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Para qué sirven las leyes

Las leyes y normas tienen un objetivo y una razón de ser, buscan regular la vida en sociedad, marcando los límites en las conductas que no son permitidas (las mismas se sancionan). Al interior de cualquier grupo humano, desde el familiar hasta las organizaciones sociales, como clubes deportivos, centros de jubilados, grupos políticos o cualquier otro, es totalmente necesario que se planteen normas de convivencia conocidas y respetadas por todos los que conforman dichos grupos u organizaciones. Las normas pueden establecerse por el uso o la costumbre, o bien porque están escritas, como ocurre con las mayorías de las normas jurídicas y leyes, que dictan los derechos y obligaciones de las personas en forma imperativa, es decir, las personas están obligadas a cumplirlas y el Estado se encarga de verificar que así sea.

Las leyes pueden ser modificadas si así resulta necesario para la sociedad, que necesita estar resguardada con leyes que regulen las problemáticas de la vida actual.

Las normas existieron desde siempre en las culturas humanas desde la antigüedad, las mismas son necesarias para el buen desarrollo de la vida en grupo, en sociedad. Se incluyen las tribus primitivas ya que fueron los primeros asentamientos humanos. Las normas tienen la función de controlar la manera en la que se desenvuelven los individuos que forman las comunidades, y en caso de no lograrse este control, se alteraría el orden.

Todos los tipos y clases de sociedades están regidas por normas para garantizar la buena convivencia entre sus individuos, y para que no se vean afectados los derechos y las libertades de los mismos. La gran mayoría de las normas están orientadas a evitar y corregir conductas destructivas como el vandalismo, la violencia, los crímenes y otros actos que perjudican a terceros.

El objetivo principal de las normas es regular las acciones de los seres  humanos, para evitar el desastre, el caos y la anarquía que pudieran desintegrar la sociedad. El cumplimiento de las normas tiene como resultado el bien común y la prosperidad en las comunidades, por el contrario, el incumplimiento de las mismas, tiene como resultado una sanción, la cual puede ser de tipo “social”, por ejemplo, escraches o repudios de pertenencia a un grupo o “jurídicas”, por ejemplo, horas de servicio comunitario o en el más grave de los aspectos, la prisión.

En síntesis, las normas sirven para:

La aplicación de las normas tiene muchos propósitos específicos para que grupos, organizaciones y la sociedad alcancen un óptimo estado de bienestar.

Entre estos propósitos podemos destacar: