INCENDIOS |
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Para saber cómo prevenir los incendios, cómo nos podemos proteger ante ellos y cómo realizar su extinción, es imprescindible conocer qué factores son necesarios para que se inicie un fuego y cómo se desarrollan.
Un fuego es una reacción química de combustión, Para que se provoque se debe de dar el triángulo de fuego, que serían los tres elementos necesario para que se puede provocar. El primer elemento seria el combustible (que se dividen en cinco clases), el oxígeno o comburente y el calor. Según cada material combustible se determina un conjunto de mezclas con el aire teniendo así un rango de explosividad o inflamabilidad. Fuera de ese rango la reacción de combustión no se produce. , la mayoría de los incendios se desarrollan como una combustión incompleta generando gases inquemados, hollín y monóxido de carbono, gas tóxico que ocasiona la mayoría de fallecimientos en los incendios. Esto es debido a que los combustibles empiezan a arder en su límite inferior de inflamabilidad pero la concentración necesaria para que la combustión sea completa, está por encima de ese valor. Solamente se producen combustiones completas en llamas con mezcla previa de los reactivos como ocurre en un soplete, un fogón de cocina, una caldera, un calentador de agua… (Siempre y cuando estén bien regulados los dispositivos, esto es importante para evitar intoxicaciones) El gas inflamable (metano, butano, propano, acetileno…) se premezcla con el aire antes de arder y así se produce una combustión más eficiente que no genera gases tóxicos ni hollín. Las llamas de premezcla son azules y las otras, llamadas de difusión, son amarillas-naranjas. Una vez que se ha iniciado el fuego, este puede continuar o puede apagarse, sobre todo en fuegos de sólidos como la madera. ¿Cuántas veces se nos ha apagado el fuego cuando hacíamos un asado? Y para que el fuego continúe es necesario que aparezca el siguiente eslabón la reacción en cadena, Cuando la cantidad de gases producidos es suficiente el fuego se autoalimenta ya que genera más calor que produce más gases y así sucesivamente, y no se apaga hasta que se elimine alguno de los tres elementos anteriores. Cuando ya el incendio se produzca se utilizan 5 clases de extintores: A, B, C, D, K. Los extintores de clase A funcionan para combustibles sólidos (Madera, Carbón, Plástico, etc.), clase B que funciona para combustibles líquidos (aceites, gasolina o pintura, etc.), Clase C que funciona para combustibles gases (butano, propano, acetileno, etc.), Clase D que funciona en metales inflamables (magnesio, sodio, aluminio, etc.) o por último los Clase K que son aceites vegetales o grasas animales. Estos últimos también se pueden dividir en Extintores de agua: Son ideales para apagar fuegos de tipo A. Extintores de Espuma AFFF: Ideales para fuegos de tipo A y B. Extintores de Polvo ABC: Es indicado para fuegos de tipo A, B y C. Extintores de CO2: Este tipo de extintores son aptos para fuegos de tipo A, B y C. Extintores de halotron 1: Este tipo de extintores es para fuegos de tipo A, B y C. Extintores de Polvo químico: están diseñados para proteger áreas que contienen riesgos de fuego clase D. Extintores de acetato de Potasio: están diseñados para proteger áreas contra incendios de clase K. En conclusion, es obligatorio mantener la prevenciones para evitar la perdida de materiales o de personas, tanto con los extintores y con las medidas de seguridad. |