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BRUCELOSIS

INTRODUCCIÓN

La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa crónica que
afecta tanto al hombre como a los distintos animales, ya sean
domésticos, silvestres o mamíferos marinos.
Esta enfermedad es de suma importancia para la salud pública
debido a los costos generados por la incapacidad física que
produce en aquel que pueda parecer esta enfermedad y a las
pérdidas secundarias ocasionadas por la afectación sobre el
ganado.

Causas
Esta enfermedad es causada por microorganismos denominados
Brucella spp, que son un grupo de bacterias intracelulares,
inmóviles y de crecimiento lento. Se reconocen distintas
especies, algunas de ellas afectan animales terrestres (B
abortus, B melitensis, B suis, B ovis, B canis, B neotomae y B
microti) y otras en mamíferos marinos (B ceti y B pinnipedialis).
Brucella abortus, biovar 1-6 y 9; B melitensis biovar 1-3; B
biovar 1,3-5 y B canis son patógenas en humanos.
El reservorio lo constituyen especies domésticas del ganado
vacuno, porcino, caprino y ovino. También pueden afectar a
bisontes, camélidos americanos, alces, algunas especies de
ciervos y de animales silvestres (liebre, zorro, comadreja, etc.)
B canis constituye un problema ocasional en perros de criadero
y domiciliarios, mientras que en los perros vagabundos la
seroprevalencia puede llegar al 20%.

Epidemiología
La brucelosis es una zoonosis de distribución mundial; su
presentación en humanos está relacionada íntimamente con la
enfermedad en animales domésticos. La enfermedad se asocia
más frecuentemente al sexo masculino, entre los 30 y 40 años y
en población rural, así como en veterinarios, laboratoristas,
trabajadores de frigoríficos y peones de campo.

Presenta dos patrones epidemiológicos:
• patrón urbano-alimentario, por consumo de leche y quesos no
pasteurizados,
• patrón rural-laboral, por exposición profesional al ganado
infectado o sus productos, sea
por contacto o inhalación. En este caso tiene una cierta tendencia
estacional, generalmente ocurre en primavera y verano, que es el
período de reproducción de los animales.
Brucella spp tiene afinidad por los tejidos de los órganos
reproductivos, en consecuencia los
mamíferos sexualmente maduros o en estado de preñez son más
susceptibles a la infección.
Los animales infectados eliminan las bacterias después de un
aborto o de un parto, así como a través de la leche, secreciones
vaginales, semen, sangre, orina y heces, contaminando pastos,
agua y el medio ambiente. De esta forma se completa el ciclo
infeccioso, asegurando la contaminación de otros animales y la
persistencia del germen en la naturaleza. En el ambiente,
pueden sobrevivir y mantener la capacidad infectante durante
períodos variables de acuerdo
con las condiciones del medio en el que sean eliminadas.

Distribución

Si bien la prevalencia global de la brucelosis en el ser humano es
desconocida, debido funda-
mentalmente al subdiagnóstico y a la subnotificación, se estima
que a nivel mundial afecta a
500.000 personas al año, especialmente en países del área
mediterránea, Arabia, India, México,
América Central y Sudamérica.
En América Latina, Argentina, Perú y México son los países con
prevalencia más elevada.
En Argentina las infecciones por B. melitensis se encuentran en el
ganado caprino localizado en
el centro, oeste y norte del país; en tanto que B.suis y B. abortus
tienen mayor incidencia en la
región de la Pampa Húmeda donde predomina la explotación de
ganado vacuno y porcino.
Forma de transmisión
Las vías de transmisión al humano pueden resumirse en:
• Contacto: de piel o mucosas con tejidos de animales infectados o
sus productos como
ganglios, sangre, orina, semen, secreciones vaginales, fetos
abortados y en especial placen-
tas.
Este mecanismo es el más frecuente en el medio rural y puede
llegar a ser el responsa-
ble del 60%-70% de todos los casos registrados. Afecta a
trabajadores rurales, veterinarios,
matarifes y ganaderos, aunque también puede afectar a
trabajadores de laboratorio o de
servicios de salud.
• Ingestión: de alimentos no pasteurizados de origen animal, como
leche y sus derivados

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(quesos, crema, manteca, helados) y en menor medida carnes
poco cocidas (la carga bac-teriana en el tejido muscular animal es baja).
• Inhalación: de polvo en los lugares contaminados donde hay
animales infectados, como
establos, mataderos, salas de recepción de leche, camiones jaula
para transporte de ganado, etc.
• Inoculación: de material infectado-contaminado por Brucella spp.
Este tipo de transmisión
afecta fundamentalmente a veterinarios, matarifes y personal de
laboratorio. También se ha
descripto la enfermedad por auto inoculación accidental de vacuna
de Brucella abortus
cepa 19 y B. melitensis Rev.1, de uso en medicina veterinaria.

¿Cómo detectarlo?
Se debe sospechar brucelosis en toda persona con fiebre de
comienzo agudo o insidioso y uno o más de los siguientes signos y síntomas:
• sudoración nocturna,
• artralgias,
• cefalea,
• fatiga,
• anorexia,
• mialgia,
• disminución de peso,
• artritis/espondilitis,
• meningitis o afectación focal de órganos (endocarditis,
orquitis/epididimitis, hepatome-galia, esplenomegalia)y uno o más de los siguientes antecedentes epidemiológicos:
• contacto (principalmente ocupacional) con animales de
producción ganadera,
• contacto con perros sintomáticos o de aspecto saludable,
• consumo de productos de origen animal presuntamente
contaminados,
• exposición en laboratorios
• ser hijo de madre con serología positiva para brucelosis.
Conclusión
A pesar de que esta enfermedad no es común dentro de
varios trabajos a los que la gente de cuidad es sometida,
es de vital importancia estar informado ya que cualquier
consumidor de carne también puede padecer esta
enfermedad. Aunque actualmente existe una vacuna para
amparar esta enfermedad, siempre es importante
mantenerse informado por el tratamiento que conlleva
padecerlo.

Marcos silva