La cadena de Abastecimiento
La gestión de inventarios es una actividad muy versátil que debe atender
diversos factores como los económicos, técnicos, comerciales e incluso
sociales, determinar la cobertura ideal es fundamental para una gestión
eficiente del disponible.
Existen cambios e incertidumbre en diferentes escenarios que genera el
propio mercado, las cuales incrementarán la necesidad de gestionar los
niveles de stocks con mayor prudencia, el objetivo principal es no poner en
peligro las operaciones, garantizar la disponibilidad, sin sobrepasar los niveles
razonables del disponible y para evitar quedarse desabastecidos.
Cada artículo tiene una conducta diferente, más allá de que éstos estén
incluidos dentro de la misma empresa o de un mismo sector de almacenes o
bien, que formen parte de una misma operación.
Para administrar los diferentes SKU debemos tener en cuenta que ésos están
sujetos a una demanda, a una rotación, a un ciclo de vida, a los tiempos de
reposición, algunos están ligados a la estacionalidad, escasez y variación de
costos; variables que incidirán sobre nuestra decisión de incrementar o
reducir los niveles de cobertura, sin ir en detrimento a la opinión de algunos
financieros.
Por ejemplo, si incrementamos en el mes de octubre los niveles de agua
mineral, basándonos en la información de temporadas anteriores, podremos
garantizar la disponibilidad y evitar pérdidas en las ventas, es caso es un
claro ejemplo de un incremento justificado y de bajo riesgo de obsolescencia,
puesto que se sabe que se va a comercializar, muy distinto es hacer lo mismo
con una determinada marca de cuadernos tres meses antes del inicio de
clases, en este caso esa marca puede que no se comercialice por su alto costo
y se corra el riesgo de crear un sku obsolescente.
La cobertura vista desde la transversalidad
Para mantener la cobertura ideal debemos comunicar nuestro plan de
abastecimiento al proveedor, puedo que no muchas empresas quieran dar a
conocer esta información, por lo que el proveedor debe considerarse como
un empleado más dentro de la empresa y la cadena de abastecimiento.
El objeto del mismo tiene que ver mitigar los riesgos de incumplimiento y
atrasos del proveedor; otro beneficio de compartir el plan de abastecimiento
es que nos permite tener una mayor capacidad de negociación y establecer
esquemas de trabajo colaborativos con los proveedores.
La gestión de stocks es una actividad transversal a las funciones del área
logística, para hacer una gestión relevante es necesario categorizar los
artículos, para almacenarlos resulta conveniente preguntarse qué categoría
es más relevante según el ABC, la respuesta fortalecerá el posicionamiento y
hará eficiente las tareas ligadas a los flujos de recepción y despacho de
materiales.
Respecto a la demanda, el tercero en administrador debe interpretar qué
condiciones contribuyen sobre el comportamiento del mercado y las variables
que la componen, si es sensible a los cambios, si hay un patrón que señale
una tendencia, sin descuidar las variables cualitativas, por lo que la función
de gestionar el stock dejó de ser una tarea que se limite a proporcionar
información al área logística, en rigor, cada vez más se exige tener sólidos
conocimientos de la gestión comercial.
Conviene involucrar a terceros ?
La necesidad de entregar la operación logística a un tercero para poder
dedicarse exclusivamente al negocio dejando a un lado la pesada carga de
hacerle frente al manejo de los inventarios, el acopio y el transporte de los
mismos es algo que está muy de moda, pero existe una discrepancia entre la
obligación y las exigencias en aras de mejorar el negocio.
La tercerización puede garantizar nivel de servicio, pero a qué costo?
últimamente está visto que el desentenderse de toda la operación puede
poner en riesgo la liquidez de una empresa, ya que el costo del servicio que
presta un tercero es importante, quizás plantearse un cambio en la manera
de hacer logística puede ser la clave.
Está claro que las comunicaciones y la globalización sumado al factor
económico, social y comercial, obliga a pensar en alinearse y ponerse a la
moda en relación a la tercerización, sobre todo para empresas
multinacionales, pero las condiciones maro-económicas de la Argentina pone
en duda y replantea la necesidad de hacer logística por mano propia.
Cuestiones de cálculo.
- Lote económico: Carece de toda objetividad, entre sus variables nos
compromete a estimar un costo de adquisición, pero, ¿qué debemos
considerar para establecerlo?, este costo se asocia a todo lo que
involucra la emisión de una orden de compra, algo que en la actualidad
resulta poco acertado a partir de las variables que la abordan, y si bien
el método de Wilson fue una herramienta importante en la década de
los 50, este ha quedado obsoleto.
- Nivel de servicio al 100%: La capacidad de respuesta debe verse
reflejada sobre los artículos más importantes para la operación, el
tener la capacidad de atender de todo, involucra que podamos estar
manteniendo en stock artículos de baja o nula rotación, lo que
claramente afectará a nuestra operación.
- La rotación no es igual al ABC: Por lo general se tiende a mal
aprovechar el uso de estas herramientas, un artículo es de categoría A
no por tener alta rotación, contrario a lo que se cree, esta herramienta
nos permite categorizar los materiales según el grado de importancia
que tienen para la empresa a partir de la variable que uno considere
como importante, por ejemplo, la utilidad e inversión Es de categoría
A y podría tener una rotación alta, media, baja o nula, es decir, al
complementarlas, nuestra capacidad de análisis mejorará.
La gestión de stocks dependerá del manejo de información, mientras
dispongamos de mayor y mejor calidad de datos podrán complementarse con
el uso de indicadores de seguimiento, los cuales permitirán anticipar y
corregir esas variaciones controlables que influyen sobre la cobertura.