23 diciembre, 2024

La ergonomía se basa en la adaptación del entorno laboral para conseguir el bienestar del trabajador, contribuir positivamente en su salud y facilitar la correcta realización de sus tareas y funciones.

Los principios de la ergonomía ayudan a diseñar un entorno productivo, que a la vez preserva la salud del trabajador y elimina o minimiza el número y las consecuencias de los accidentes y riesgos laborales. En definitiva, el principal objetivo de la ergonomía laboral es evitar lesiones laborales y enfermedades profesionales.

El problema de la detección de las enfermedades profesionales

Uno de los principales problemas de las empresas es cómo detectar las enfermedades profesionales, ya que al contrario de los accidentes y lesiones no se producen de forma súbita y con un motivo claro y relacionado directamente con la actividad laboral.

Por lo general, las enfermedades profesionales son de desarrollo lento y, si no se detectan a tiempo, muchas veces las lesiones y otras consecuencias negativas para la salud se convierten en irreversibles. Además, los cambios de trabajo y la rotación de funciones de muchos trabajadores complican aún más el poder identificar cuáles han sido los factores o causas concretas que han provocado el problema de salud.

Los estudios ergonómicos

Para prevenir lesiones y enfermedades profesionales, las empresas realizan cada vez más estudios ergonómicos para conocer los factores de riesgo de cada puesto de trabajo y cómo su actividad laboral puede influir a corto, medio y largo plazo en su salud.

A través de estos estudios es posible definir cuáles son las acciones ergonómicas más adecuadas para cada profesión, entorno laboral y lugar específico de trabajo. Por lo general, se precisa la intervención en tres áreas diferentes: espacios de trabajo, herramientas y cuestiones de organización y planificación de tareas.

 

Aplicación de la ergonomía en los trabajos de oficina

Las aplicaciones de las siguientes medidas de ergonomía, tanto a nivel físico como psicosocial, contribuyen a reducir enormemente los factores de riesgo en los trabajos de oficina:

  • Diseño adecuado de las instalaciones: locales, emergencias, climatización, iluminación y acondicionamiento acústico.
  • Condiciones ambientales correctas, cumpliendo en todo momento con los requisitos mínimos en materia de higiene y seguridad.
  • Correcta selección del equipamiento: sillas y mesas de trabajo, equipos informático, etc. En el caso del mobiliario, el cumplimiento de unos requisitos mínimos de calidad ergonómica permite prevenir una buena parte de las molestias de tipo postural, circunstancia que ocurre con gran frecuencia en las oficinas.
  • Elección de equipos informáticos adecuados, así como de los complementos necesarios es también un factor a tener en cuenta para prevenir alteraciones visuales o molestias.

 

A nivel de ergonomía psicosocial, es muy importante implantar una organización correcta de las tareas, evitando sistemas de trabajo que conducen a situaciones de estrés, desmotivación en el trabajo y otros problemas de naturaleza psicosocial.

Poner los medios necesarios para mejorar el bienestar y la salud de los trabajadores es siempre una inversión rentable para la empresa, puesto que es la forma más efectiva de aumentar la satisfacción y motivación de los trabajadores, lo que redunda en una mayor productividad y rentabilidad de los resultados de la organización.

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