El Balance General de una empresa es el estado financiero que muestra los activos, pasivos y el patrimonio neto de una empresa a una fecha determinada. Es decir, muestra la situación patrimonial de una empresa referido a un momento determinado del tiempo. Generalmente se utilizan periodos anuales, ya que se muestra de forma resumida las variaciones patrimoniales que se han producido a lo largo de todo el ejercicio.
Es un resumen que muestra el valor del patrimonio de la empresa ordenado por masas patrimoniales, según las normas establecidas en el Plan General Contable empresarial.
Es el instrumento por excelencia para conocer la situación patrimonial de la empresa y su evolución en el tiempo.
Estructura del balance general
En este estado financiero se muestra cómo están distribuidos, por un lado, el activo, que define todos los bienes que posee la empresa, y por otro lado, el pasivo, que muestra la forma es que se han conseguida y las obligaciones que existen.
El activo no corriente (bienes e inmuebles, inversiones financieras a largo plazo, bienes intangibles…)
Activo corriente (existencias, deudores, clientes, inversiones financieras a corto plazo, efectivo y otros activos líquidos)
Patrimonio neto (fondos propios, ajustes por cambios de valor, subvenciones, donaciones y legados)
Pasivo no corriente (deudas a largo plazo, provisiones…)
Pasivo corriente ( deudas con empresas del grupo, acreedores comerciales, deudas a corto plazo, proveedores…)
La situación financiera de una empresa cambia día a día e incluso, cada vez que se realiza una operación, por lo que se debe tener cuidado al tomar decisiones basadas en estados financieros que no sean recientes (5 ó 6 meses como máximo).
El balance general es como una fotografía financiera de la empresa, es decir, al día que se elaboró, la empresa tenía esos activos, pasivos y capital contable; pero al día siguiente, esta situación pudo haber cambiado por las operaciones que se realizaron ese mismo día.