Un estudio de UNICEF revela que en Argentina nacen anualmente entre 2800 y 3200 niños de madres menores de 15 años.
La maternidad a edades tan tempranas impacta en la educación: el 95% de las chicas de 14 años que no son madres asiste a un establecimiento educativo, y sólo el 66% de las que sí lo son permanece en la escuela. A los 19 años, el nivel de asistencia varía del 21 al 59%.
Los estudios confirman que una parte considerable de las madres menores de 15 años ya estaba fuera de la escuela al momento de quedar embarazadas. Los motivos de este abandono se relacionan con responsabilidades domésticas, la necesidad de trabajar para completar el ingreso del hogar o por involucrarse en relaciones tempranas además, las adolescentes que conviven con su pareja tienen menos probabilidades de permanecer en la escuela ya que deben hacerse cargo de las tareas domésticas.
UNICEF no sólo indaga sobre la escolaridad. Las madres adolescentes están en desventaja en relación a la condición de la vivienda en la que habitan y trabajan o buscan trabajo con mayor frecuencia que sus pares no madres. La maternidad adolescente es más frecuente entre las residentes en áreas rurales, entre quienes viven en hogares con necesidades insatisfechas. La ayuda del Estado son pocas y en general se limitan a darles dinero, como la Asignación Universal por Hijo, pero esto no les alcanza por ejemplo para pagar una guardería para el niño, ni a una persona para que lo cuide. La falta de salas maternales y salas de 3, 4 y 5 años para la educación infantil es una de las deudas del Estado con las madres adolescentes y sus familias”.
Entre las recomendaciones que hace el organismo se destaca priorizar acciones que mejoren la detección oportuna del embarazo en este grupo de edad, “teniendo en cuenta cómo alcanzar a las adolescentes aisladas geográficamente, las de comunidades originarias y quienes se encuentran excluidas del sistema escolar”.
Otro de los puntos que se destacan es la necesidad de que los agentes de salud sepan que la ley establece que están obligados a notificar los casos de abuso sexual, que muchas veces generan el embarazo en chicas menores de 15 años. La ley establece el deber de informar al organismo de protección para que se pueda brindar protección al niño y el deber de realizar la denuncia judicial.
Ordenar a las adolescentes a no tener relaciones sexuales no es una solución ya que no podemos evitar que lo hagan. En mi opinión es necesario y urgente fortalecer la implementación de la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, trabajar con contenidos relativos a la desigualdad de género, los derechos de niños, niñas y adolescentes, el reconocimiento de situaciones de abuso, el cuidado del cuerpo propio y ajeno, el placer en la sexualidad. Tenemos para ofrecer una amplia gama de opciones para cuidarse, y hablar sobre las ventajas y desventajas de cada una. Hacer capacitación sobre cómo colocar y retirar los preservativos.
Recordar también que no solo es la posibilidad del embarazo, ademas que se deben cuidar de las enfermedades de transmisión sexual.