¿Todos somos «público«?
Para iniciar analizaremos brevemente ¿Qué son los «públicos»?. Estos resultan de la necesidad inherente de los seres humanos a agruparse, por medio de la comunicación, en el desempeño de roles semejantes. En estas agrupaciones siempre van a existir diferencias, por lo tanto, los mismos serán heterogéneos.
En las organizaciones es fundamental el estudio minucioso de las características de cada público, así como detectar las fuentes de las que cada uno de ellos extrae la opinión formada respecto de la entidad de interés, la interrelación, grado de satisfacción o disconformismo con las instituciones, etc.
Una acción primordial para el estudio de dichas características, es la segmentación de los públicos, la cual permite identificar quiénes son los sujetos receptores de los mensajes emitidos por las empresas, para poder así construir una comunicación específica y diferente para cada público, aumentando la efectividad del impacto, con mayor rendimiento de los esfuerzos y recursos utilizados.
En respuesta a la pregunta «¿Todos somos públicos?» Sí, todos somos públicos. Dado que pertenecer a un grupo con un fin determinado, nos convierte en público o audiencia.
Quizás creemos que sólo somos público cuando asistimos a una obra de teatro, acto, o actividad en la que estemos presentes, tal vez de forma pasiva o como espectadores, pero somos público de las personas que nos rodean en los ámbitos en los que nos desenvolvemos. Así, como nosotros somos los «protagonistas» ante la presencia del resto de las personas, que actúan en calidad de espectadores nuestros. Es decir, simultáneamente somos observadores y observados.
Claramente, como en el caso de los «no públicos» (grupo de personas no interesadas en una compañía específica) en las organizaciones, hay personas para las que no existiremos y viceversa. Otro grupo, quizás sólo sea pasajero en nuestras vidas, como nosotros en las de ellos, aprenderemos lo que sea necesario (y esperamos que ellos también, aunque depende de ellos) y continuaremos nuestro camino. Y, habrá¡ personas que serán nuestro público más fiel, como nosotros de ellos, como en el caso de vínculos familiares (en los que se elige alimentar las relaciones), cónyuges, hijos, etc.
Hay muchas maneras de comunicarse y conectarse entre los seres humanos, todas ellas absolutamente personales y subjetivas.
Opinión personal: Mi opinión personal es que las Relaciones Públicas están orientadas a mejorar la comunicación interpersonal. Para la efectividad de la comunicación organizacional, hay que basarse en una buena interrelación entre las personas que la conforman (tanto públicos internos como externos). Así como en la vida cotidiana las relaciones pueden madurar, retroalimentarse y ser beneficiosas a través del diálogo y la mutua comprensión, me parece que sería imposible que una institución se relacione correcta, verdadera y genuinamente sin partir de la premisa de que la comunicación implica no sólo decir, sino escuchar; no sólo exponer los propios deseos o necesidades, si no interesarse en los deseos y necesidades del prójimo.
Sea cual fuere el tipo de vínculo y relación que se tenga, todos ellos deben estar basados en el afecto mutuo y la capacidad de pensar en el otro.