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LA IMAGEN PERSONAL Y EL CEREMONIAL

 

La imagen se puede definir como la representación mental que tiene el público sobre una determinada cosa, persona o situación; mientras que la imagen personal no sólo es la vestimenta o el aspecto físico. También incluye la gestualidad, el grado de cortesía de la persona o su forma de hablar. Es un conjunto de rasgos tanto interiores como exteriores, que se convierten en la tarjeta de presentación de la persona. No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, por eso es importante cuidar una cierta cantidad de detalles.

Para asesorar a alguien en cuanto a su imagen personal es importante tener en cuenta ciertos puntos:

En cuanto al ceremonial podemos decir que es el conjunto de reglas o normas formales para celebrar algún tipo de evento donde el objetivo es fijar el comportamiento mediante reglas y orientar la conducta de los individuos. Es la técnica que permite emplear un conjunto de reglas de cortesía y por supuesto que tiene relación con la imagen personal ya que en cualquier evento, ceremonia o acto  se deben tener en cuenta todos los puntos mencionados anteriormente para saber cual es la imagen que estamos dando frente a las demás personas.

Ser anfitrión no sólo es recibir invitados, sino que tambièn habla de una serie de características como la hospitalidad, cortesía, buen gusto y calidez. Todas estas características son parte de la imagen personal de un individuo, por eso es importante que un anfitrión las tenga presentes ya que sin ellas no puede llevar a cabo un buen recibimiento para sus invitados. El rol del anfitrión es atender a cada uno de los invitados amablemente, hacerlos sentir a gusto, tener un buen sentido de la organización y de la discreción con relación a todo lo que se ve o se escucha durante el evento, reunión o fiesta. En simples palabras, debe tratar al invitado como le gustaría que lo traten a él.

Cuando uno es invitado o huésped, también tiene que tener en cuenta la imagen personal. Nuestros modales quedan en evidencia y debemos mostrar nuestra buena educación. Nunca se debe llegar a una casa de improviso, se debe avisar de la visita con cierta anticipación. La puntualidad es muy importante, no retrasarse demasiado como tampoco adelantarse. En el caso de que lleven niños se debe avisar y controlar su comportamiento durante la velada. La visita debe ser breve y la despedida también.

Por último, la cortesía representa los códigos que toda persona bien educada debe conocer y respetar para dar una buena imagen de sí misma, acá es donde el individuo debe resistirse a reaccionar con el primer impulso. La cortesía no es tan formal y se relaciona con la vida diaria y hace mucho a la imagen personal de una persona. Un trato cortés puede resumirse en ser amable, ceder cuando sea necesario, ofrecer opciones, no imponerse y hacer sentir bien a la otra persona.