La minería es la búsqueda, la extracción, el procesamiento y la comercialización
de sustancias minerales que existen en la corteza terrestre y que son
indispensables para la vida humana.
En la busqueda se aplican métodos tales como el mapeo de la superficie, la
identificación de las rocas aflorantes y sus fenómenos de alteración, el muestreo y
el análisis químico de las rocas, los relevamientos geofísicos y perforaciones u
otras labores muy superficiales. Se desarrollan también, en forma complementaria,
evaluaciones del impacto ambiental.
Desde el punto de vista ambiental las actividades apuntan a dejar el área
impactada por las operaciones mineras en condiciones similares a las originales.
La explotación de los productos mineros como carbón, níquel o gas natural si no
se efectúan como es debido causan negativos impactos ambientales, irreversibles.
El impacto ambiental que causa la explotación minera, es grande. Las
transformaciones que causan al medio ambiente inciden en los recursos hídricos,
geológicos, biológicos, atmosféricos y socio-económico. Algunas de esas
consecuencias son prevenibles, pero otras, irremediablemente, no pueden
evitarse.
En el recurso hídrico la minería a cielo abierto, por ejemplo, causa contaminación
de los cuerpos de agua por residuos sólidos y vertimientos domésticos e
industriales relacionados con la actividad minera. En consecuencia, aumenta el
contenido de los sedimentos y se causa desviación de los cauces de los ríos que
generan inundaciones, transformación del paisaje y pérdida de cultivos. En el
campo geológico se producen cambios topográficos y geomorfológicos debido a la
remoción de las capas superficiales del terreno. La inestabilidad de los terrenos al
dejar las formaciones rocosas al descubierto, puede ocasionar el
desencadenamiento de fenómenos erosivos.
También se produce un aceleramiento de los procesos de resquebrajamiento de la
roca con separación de las partes y fallas en las unidades rocosas por el uso de la
dinamita.
En el campo biológico, el impacto sobre los bosques naturales y la contaminación
del agua ocasionan la pérdida de recursos y especies en peligro de extinción.
En cuanto al plano social, en cualquier zona de explotación minera, se da un
aumento de la demanda de los servicios, migraciones masivas de población,
cambio de actividades económicas y sociales y por ende el abandono del campo.
Paralelamente, la construcción de vías y oleoductos para sacar el producto
explotado produce alteración de suelos, fauna y flora en todos los ecosistemas por
lo que necesariamente tienen que pasar; se puede presentar contaminación por
derrames no previstos o accidentes causados por descuido o intencionalmente.
Así como contaminación visual o gaseoso por las emisiones de gases o escape
del polvillo en el caso del carbón, que es transportado desde las zonas de
producción hasta los puertos de exportación, vía terrestre.
Así como tampoco se ha conseguido una conciencia ecológica que permita
desarrollar la minería a gran escala disminuyendo el impacto ambiental.
Lo mejor que puede hacer un minero es mostrar responsabilidad ambiental y
devolver el área explotada lo más cercanamente posible al estado previo a la
minería o proveer otro uso al terreno desolado que pudo resultar de su trabajo minero, como transformar un rajo minero en una laguna para la navegación o usar
desmontes para la industria de la construcción.