26 diciembre, 2024

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede afectar o abrasar algo que no está destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras y a seres vivos. La exposición de los seres vivos a un incendio puede producir daños muy graves hasta la muerte, generalmente por inhalación de humo o por desvanecimiento producido por la intoxicación y posteriormente quemaduras graves.
Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente tres componentes: combustible, oxígeno y calor o energía de activación, lo que se llama triángulo del fuego.
Para efectos de clasificación de los incendios, las clasificaciones más extendidas son la estadounidense y la europea.
En Estados Unidos y México los fuegos se clasifican en cinco grupos: A, B, C, D y K.
• Clase A: fuegos que implican madera, tejidos, goma, papel y algunos tipos de plástico o sintéticos.
• Clase B: fuegos que implican gasolina, aceites, pintura, gases y líquidos inflamables y lubricantes.
• Clase C: son aquellos fuegos que comprometen la parte eléctrica.
• Clase D: fuegos que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio o el potasio u otros que pueden entrar en ignición cuando se reducen a limaduras muy finas.
• Clase K: La clase K (kitchen) es indicada principalmente para fuegos en cocinas, se refiere a los incendios que implican grandes cantidades de lubricantes o aceites. Aunque, por definición, la Clase K es una subclase de la Clase B, las características especiales de estos tipos de incendios se consideran lo suficientemente importantes para ser reconocidos en una clase aparte. En Europa corresponde a la clase E pues las clases de fuegos siguen el abecedario A, B, C, D, E.

Se llama protección contra incendios al conjunto de medidas que se disponen en los edificios para protegerlos contra la acción del fuego.
Generalmente, con ellas se trata de conseguir tres fines:
• Salvar vidas humanas
• Minimizar las pérdidas económicas producidas por el fuego.
• Conseguir que las actividades del edificio puedan reanudarse en el plazo de tiempo más corto posible.
La salvación de vidas humanas suele ser el único fin de la normativa de los diversos estados y los otros dos los imponen las compañías de seguros rebajando las pólizas cuanto más apropiados sean los medios.
Las medidas fundamentales contra incendios pueden clasificarse en dos tipos:
• Medidas pasivas: Se trata de las medidas que afectan al proyecto o a la construcción del edificio, en primer lugar facilitando la evacuación de los usuarios presentes en caso de incendio, mediante caminos (pasillos y escaleras) de suficiente amplitud, y en segundo lugar retardando y confinando la acción del fuego para que no se extienda muy deprisa o se pare antes de invadir otras zonas.
• Medidas activas: Fundamentalmente manifiesta en las instalaciones de extinción de incendios.

AGENTES EXTINTORES
Los agentes extintores eliminen alguno de los cuatro factores que producen el fuego
Aire (oxígeno) – Combustible – Calor (Temperatura o energía de activación) – Reacción Química
Cabe aclarar que no todos los fuegos toman el oxígeno del aire para generarse. Por ejemplo, el polvo de magnesio puede arder en una atmósfera de anhídrido carbónico (gas inerte usado para extinguir fuegos).
Los agentes extintores que habitualmente se utilizan, son los siguientes:
– AGUA
– ESPUMA
– ANHIDRIDO CARBONICO – CO2
– POLVO QUIMICO BC
– POLVO QUIMICO ABC
– HALOTRON I
– POLVOS ESPECIALES

Utilización de Matafuegos

Los equipos que se utilizan para extinguir los incendios más pequeños, son los denominados MATAFUEGOS.

Tienen eficacia para lograr el control de un fuego en los primeros momentos de producido. Su selección y uso para cada tipo de fuego, deber ser conocida y practicada por la mayor cantidad de personas posible.
De ello dependerá que el principio de incendio no se propague, evitando la posible pérdida de vidas y de bienes.

PUNTOS A TENER EN CUENTA

¿CUANTOS DISPONER?

En principio nuestra reglamentación exige los siguientes mínimos:

Un extintor cada 200 m2 de superficie a proteger o fracción
Tipo adecuado a la clase de fuego
Distancia máxima a recorrer 20 m para fuegos A
15 m para fuegos B
Señalizar la ubicación de los mismos
Capacitar al personal en su uso

¿COMO UBICARLO?

Los matafuegos deben ser colocados en lugares accesibles, libres de toda clase de obstáculos, o sea, donde habitualmente no se almacenen mercaderías, cajones o equipajes, que impidan o dificulten el empleo de los mismos.
Sobre la pared, a suficiente altura como para que sea visible a la distancia y por encima de los obstáculos circundantes, se pintará en color rojo un cuadrado de 30 cm de alto. Si el equipo está colocado sobre una columna, se pintará una franja de 30 cm de alto, alrededor de la columna, de manera que sea visible desde todos los ángulos. Se pintará en color rojo, un rectángulo detrás del equipo, que los sobrepase 20 cm en todo su perímetro. La manija superior del extintor, deberá estar a 1,70 m de altura, contando desde el suelo.
Sobre el piso, se pintará en rojo una franja en forma de “U”, de 5 cm de ancho, alrededor del equipo, dejando 20 cm libres a cada costado y 50 cm libres en el frente.

¿COMO CONSERVARLO?

Para que un matafuego siempre sea eficaz, deberá efectuarse en forma periódica, el adecuado y necesario mantenimiento.
Cada equipo debe tener su tarjeta de control, donde se especifique fecha y responsable de la última verificación.

¿COMO USARLO?

Todos los equipos extintores, tienen una traba de seguridad o pasador para evitar su uso accidental. La primera maniobra que hay que efectuar, una vez en situación de actuar con el equipo, es retirar la traba de seguridad.
Esto permitirá accionar la válvula para producir la descarga del agente extintor. La experiencia indica que olvidar retirar la traba de seguridad, es uno de los errores de manejo que con mayor frecuencia se producen.

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