Desde el corrupto alcalde joe » diamante» hasta el impenitente malherchor snake, pasando por las figuras más piadosas de la cuidas, como el reverendo Alegría y nerd flanders, los extremos morales de Springfield tienen por único vinculo la variedad de los personajes que populan por sus calles. En este caso nos enfocaremos en los protagonistas en decir en la familia «simpsons».
- Homero:
Aunque no sea un modelo de virtud, tampoco es malévolo ni es una mala persona. Su ambiente (Springfield) influyo en su ética y su moral, ya que su entorno poseen serios problemas de carácter, que van de la estupidez a la malevolencia, y la completa ignorancia sobre cómo funciona el mundo. Crecer en un entorno como éste puede ser nocivo para la formación del carácter y las facultades intelectuales. Ser educado en un ambiente sano es uno de los presupuestos de base del proyecto aristotélico expuesto en la Política. Por otra parte, la educación familiar de Homero deja mucho que desear. Su madre lo abandonó cuando era muy chico y su padre nunca lo ha estimulado para que se convierta en una persona de valía. Si Homero alguna vez tuvo aspiraciones, su padre se encargó de cortarlas.
Carece de sensibilidad hacia las necesidades y solicitudes de los demás; le faltan amabilidad y sentido de la justicia. (Cuando Flanders fracasó, presiona a su vecino para que le venda sus muebles a un precio obscenamente bajo, aunque sabe que Ned está en bancarrota y que necesita el dinero con desesperación).También carece de un elemento crucial para el razonamiento práctico: la capacidad de organizar la propia vida alrededor de metas importantes y valiosas, y de intentar cumplirlas según unas normas morales y de modo responsable. Sin duda posee numerosos sueños vitales, como convertirse en conductor de ferrocarril y ser dueño de los Dallas Cowboys, pero los sueños no son metas, y Homero no tiene ninguna.
No tiene amigos, Aristóteles hacía hincapié en la importancia de la amistad porque pensaba que, sin amigos, no podemos ejercer la virtud y llevar vidas ricas y plenas. Pero Homero no tiene un solo amigo verdadero. A lo sumo, tiene a los colegas de juerga (Barney, Lenny y Cari), pero a nadie con quien compartir sus metas en la vida, sus actividades, sus alegrías y sus penas. Bien visto, sin embargo, resulta un tanto problemático afirmar que Homero tenga metas y actividades, excepción hecha de la bebida, claro está. El desempeño de Homero como padre y marido también deja mucho que desear (Aristóteles parece incluir a esposas e hijos en el ámbito de la amistad). Sometamos a consideración algunas de sus meteduras de pata.
- Marge:
Se destaca como una piedra de toque de la moralidad. Para solventar los dilemas que se presentan, sencillamente deja que la razón oriente su conducta hacia un ponderado y admirable equilibrio entre los extremos. Es religiosa, pero su conciencia, bien desarrollada, le permite hacer sólo aquello que haría una persona decente y razonable, incluso cuando sus decisiones entran en conflicto con las directrices impuestas por la autoridad de su credo. Lo anterior sugiere que la filosofía moral implícita en las acciones de Marge podría tener mucho en común con la del gran filósofo de la antigüedad Aristóteles.
- Bart:
La identidad de Bart se ha forjado sobre su rebeldía, el desafío a la autoridad. Por consiguiente, cuando la autoridad desaparece, Bart pierde su identidad, ya no sabe quién o qué es. Curiosamente, en su enorme sabiduría, Lisa le recomienda que se invente una nueva identidad, esta vez dócil y bondadosa. Bart le pide a Lisa que le explique cómo hacerlo. Y, de nuevo, en lugar de encarnar el ideal nietzscheano del que se crea y se supera a sí mismo, el ser que activamente confiere un estilo a su personaje y forja nuevos valores, Bart sigue intentando distinguirse mediante la reacción, en respuesta a los demás, con la mediación de los demás (de Lisa, que le indicará lo que debe hacer, y a través de aquellos que, presumiblemente, lo pisotearán). En un (entorno represivo), Bart es la anti autoridad, hace todo lo que le prohíben sus padres y maestros: el crío es así, y no es más que eso. Desprovisto de ese entorno, Bart se encuentra confuso y busca aferrarse a alguien que lo ayude a definirse y reinventarse a sí mismo.
- Lisa
Una representación del amor-odio del pueblo norteamericano hacia los intelectuales.
Exalta el mandato de los intelectuales, el “gobierno de los sabios”, como decía Platón en su modelo de gobierno ideal (los gobernantes deben ser los más sabios porque son los más virtuosos), que es atacado en la serie: tienen buenas ideas pero otras son ridículas. Las utopías de las élites son inestables e impopulares.
No sólo es intelectual, sino precoz, en extremo inteligente, sofisticada y a menudo más brillante que quienes la rodean. Naturalmente, sus compañeros del colegio se burlan de ella y los adultos en general no le hacen caso. Sin embargo, su programa de televisión favorito es el mismo que el de su hermano Bart, una serie animada violenta y estúpida. Lo que quiero subrayar aquí es que en Springfield, la ciudad que no forma parte de un estado, Lisa interpreta el papel de Sócrates, el teórico optimista. Confrontada con el mundo caótico e insondable que la rodea, sigue creyendo que la razón no sólo la ayudará a comprender ese mundo, sino también a corregirlo. Encarna todas las luchas del feminismo y busca siempre la igualdad y el reconocimiento.
Su amor por la familia hace que sacrifique su propia inteligencia, pero para el creador de la serie, en Lisa queda la esperanza, aún queda por cumplirse que se vaya de Springfield.
- Maggie
Bart: Nunca había oído a Maggie reírse tanto.
Lisa: ¿Cuándo fue la última vez que papá le prestó un poco de atención?
Bart: Cuando se tragó la moneda. No se apartó de su lado.
En este episodio se pone en escena la tesis de Sartre: gracias al amor y la atención de los padres, Maggie comienza a expresarse a través de las palabras. Pero cuando no reciben afecto y cuidados, los niños se sumen en el silencio y, a falta de palabras, es probable que no desarrollen una gran autoestima.