26 diciembre, 2024

INTRODUCCIÓN.

Cualquier actividad que realicemos va a necesitar que haya una buena iluminación. En la iluminación es importante conocer el aspecto cuantitativo (la cantidad de luz que se necesita para realizar el trabajo) y el cualitativo. En estos aspectos la luz debe tener componentes de radiación difusa y directa cuya resultante produzcan sombras suaves que nos permitan percibir la forma y posición de los objetos (lo mejor es tener la luz del techo y el flexo encendido).

 

Hay que evitar las reflexiones molestas, que dificultan la percepción de detalles, y también evitar los deslumbramientos y las sombras excesivas, que sólo se evitan colocando las lámparas luminarias o pantallas que ocultan la visión directa de la luz para que oculten la visión directa del foco de la luz y que refleje cierta cantidad de luz sobre el techo y parte superior de las paredes, que deben ser de colores claros para difundir mejor la luz.

 

También hay que realizar un mantenimiento de la instalación. Si el mantenimiento no es el conveniente el envejecimiento de la lámpara y la acumulación de polvo sobre las pantallas luminarias pueden producir una pérdida de parte de la iluminación. Por lo que las luminarias deben limpiarse a menudo con una frecuencia suficiente para evitar el descenso del 20-30% de la iluminación. La sustitución de las lámparas también hay que realizarla de forma sistemática, sin esperar a que se fundan. Las lámparas de incandescencia mantienen su eficacia lumínica hasta el momento antes de que se fundan, pero no ocurre lo mismo con las lámparas fluorescentes, ya que estas pueden continuar iluminando mucho tiempo después de que su eficacia haya bajado notablemente. Por lo general, después de 1000 h de uso la eficacia de una lámpara fluorescente puede estar por debajo del 75%.

 

SISTEMAS DE ILUMINACIÓN.

 

Hay interés en que haya luz natural, ya que resulta ser más beneficiosa por ser de mayor calidad y bienestar. Por ello, existe una tendencia actual a construir locales de manera que se obtenga luz natural mediante ventanas amplias, claraboyas en el techo, etc. Pero, dado que la luz natural varía con el tiempo atmosférico, hora del día, estación del año, y otras situaciones, es importante contar con una situación de luz superficial.

 

Generalmente la situación de iluminación más usada es la artificial, ya que se produce una iluminación más uniforme, generalmente con un apoyo de iluminación natural.

Se distinguen:

  1. Iluminación general uniforme.

Las luminarias (pantallas del techo: lámparas incandescentes y fluorescentes) están repartidas regularmente por todo el local, sin tener en cuenta los emplazamientos de los puestos de trabajo.

El nivel de iluminación media deberá ser igual al requerido por la tarea visual que se debe realizar. Este tipo de iluminación se emplea en locales donde los sitios de trabajo no son fijos, como por ejemplo la sala de montajes.

Este tipo de iluminación debe de cumplir dos requisitos fundamentales:

  • Debe estar provisto de un dispositivo o estructura protectora para evitar deslumbramientos.
  • Debe distribuir una fracción de la luz que emite al techo y a una parte superior de los muros.

En cuanto a la altura de la instalación, las luminarias deben colocarse lo más alto posible para disminuir el riesgo de deslumbramiento y mejorar el reparto de la luz en el local.

  1. Iluminación general con iluminación localizada de apoyo. 

Se consigue colocando focos luminosos cerca del plano de trabajo, con lo que se refuerza la iluminación general. Este tipo de iluminación se recomienda en diferentes circunstancias:

  • En trabajos que requieran exigencias visuales muy críticas y, por tanto, niveles de iluminación igual o superior a 1000 lux.
  • Cuando se necesite que la luz venga en una dirección determinada.
  • Cuando la iluminación general no alcance a ciertas zonas porque haya obstáculos interpuestos.
  • Cuando se necesite más nivel de iluminación en beneficio de trabajadores de edad o personas con problemas de visión.
  1. Iluminación general localizada en determinadas zonas del techo.

Distribuye la luz de forma regular como la iluminación general uniforme. La principal diferencia es que las luminarias deben estar muy bien estudiadas durante el proyecto porque hay que saber dónde colocarlas para conseguir una iluminación adecuada.

Está indicada para locales de trabajo en los que los puestos o máquinas que requieran un alto nivel de iluminación están dispuestos a intervalos irregulares.

También se recomienda para las oficinas (no sobre la mesa de trabajo, pero sí cerca). La iluminación de las mesas ha de ser lateral y no frontal por lo que hay que procurar que los puestos de trabajo estén situados entre las filas de las luminarias en vez de colocarlas debajo de las mismas.

Para un correcto diseño de la iluminación en el espacio de trabajo se debe  definir exactamente las actividades, las preguntas deben permitir determinar: tiempo requerido para realizarlas; porcentaje de tiempo invertido por cada una de ellas; importancia relativa de la exactitud en la realización de la tarea; importancia relativa de la velocidad en la realización de la tarea; dificultad visual de la tarea y edad promedio de los trabajadores.

?Toda esta información ayudará al diseñador a entender mejor el tipo de actividad visual para ese espacio en cuestión. Demasiada luz, gastará energía; pero muy poca luz, causa una reducción del desempeño y mala actitud hacia el trabajo de parte de los colaboradores. Se debe tener muy en cuenta que el empleador es el responsable y deberá procurar ofrecer las mejores condiciones de trabajo Resolución N 523/07sistema de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo Ley 19587.

 

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