23 diciembre, 2024

El hombre siempre ha hecho lo posible por cubrir sus necesidades. Una forma de conseguir cosas de las que carecía era el trueque, que consiste en cambiar una mercancía por otra. Esta práctica es posible porque alguien tiene un excedente de un bien y puede intercambiarlo por otro producto que posea otro individuo o grupo. Así, se cambiaba lana por un tipo de arma, o pescados por trigo. Sin embargo, si alguien deseaba vender una mercancía pero en ese momento no necesitaba ninguna otra a cambio, el trueque resultaba un sistema poco práctico que siempre hacia dudar del valor de los productos a intercambiar. Se buscó entonces un elemento que fuera generalmente aceptado en los procesos de intercambio. Era importante que fuera divisible, para permitir intercambios pequeños, y que resultara fácil de almacenar y trasladar.  Otros elementos que también se utilizaron como monedas antes del uso de los metales fueron las barras de sal, piezas de coral, barras de metales, trigo, e incluso animales como las vacas.

No fue hasta el siglo VII antes de Cristo cuando se inventaron las primeras monedas. Estas fueron creadas por los griegos en la actual Turquía. Estaban fabricadas a partir de electro, una aleación de oro y plata, y acuñadas a martillo con su peso y la marca de la autoridad emisora. Pocos años después, casi de forma simultánea, surgieron también las primeras monedas en China e India, pero estas tenían formas muy variopintas, como lingotes, delfines o alabardas. Por el contrario, en Grecia sí tenían formas circulares, similares a las monedas que tenemos en la actualidad. Los materiales más utilizados eran el oro, la plata y el bronce y, en función del peso y el metal, tenían diferente valor.

El uso del dinero en las transacciones comerciales supuso un gran avance en la economía. Ahora ya no hacía falta que las partes implicadas en la transacción necesitaran las mercancías de la parte opuesta. Civilizaciones más adelantadas, como los romanos, extendieron este concepto y empezaron a acuñar monedas. Las monedas eran objetos especialmente diseñados para este asunto. Aunque  estas primitivas monedas, al contrario de las monedas modernas, tenían el valor de la moneda explicito en ella. Es decir, que las monedas estaban hechas de metales como oro o plata y la cantidad de metal que tenían era el valor nominal de la moneda.

El único inconveniente que tenía el dinero  era que al ser un acuerdo dentro de una comunidad, podía tener no sentido un dinero fuera de contexto. Por ejemplo, si el elemento de intercambio de una comunidad eran dientes de ballena, aquellos dientes no tenían ningún valor fuera de la comunidad. Por ello un poco más adelante surgió el concepto de divisa. La divisa, ahora sí, es un elemento de intercambio aceptado en una zona mucho más amplia que la propia comunidad. La divisa más habitual era el oro puro, aunque a lo largo de la historia también han aparecido otros, como la sal o la pimienta. Las divisas facilitaron el comercio intercontinental en gran medida.

  • Canasta de Monedas: La canasta de monedas es un conjunto de divisas de diferentes países, que ponderadas, sirven para fijar el valor de una determinada moneda

Se denomina canasta o cesta de monedas a un conjunto de divisas combinadas en ciertas proporciones y que se utilizaban como referencia o ancla para fijar la cotización de otra moneda. Este sistema se encuadra dentro de los sistemas de cambio fijo, como una variante de la convertibilidad clásica, con la ventaja de que se gana una ligera flexibilidad cambiaria, sin perder estabilidad, respecto a la convertibilidad. Con este sistema se evitan los efectos negativos de cambios bruscos que se puedan producir en una sola moneda de referencia.

 

 

 

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