La revolución industrial trajo una mecanización a principios del siglo XIX que mantenía unas condiciones laborales que no eran buenas, por ejemplo, las fábricas estaban oscuras, poco ventiladas y ruidosas, ya que ahí, estaban las máquinas de vapor y había falta de atención a sus trabajadores por parte de sus jefes.
En estas fábricas, se podían realizar jornadas desde doce a catorce horas diarias.
Estas condiciones laborales crean un sentimiento de insatisfacción entre los trabajadores y hace que piensen en que mediante acciones colectivas podrían tratar de mejorar estas condiciones. Se crea entonces, en este mismo siglo, el movimiento sindical, que es una organización que reúne a los trabajadores a partir del trabajo que desempeñan, con el fin de defender sus intereses comunes ante los empleadores y los gobiernos.
Hubo en la época, un departamento que se llamó «departamento de bienestar” que constaba en solucionar los problemas de los trabajadores con la vivienda y la salud y eso fue lo que impulso al área de Recursos Humanos. El asentamiento de estos departamentos de gestión de personal, les hizo adquirir nuevas competencias, autoritarias y disciplinarias.
Pero fue en el siglo XX, cuando Elton Mayo realizó un estudio en el que se demostró que los factores psicológicos y sociológicos afectaban en el mundo laboral y fue por este motivo, que estos departamentos se empezaron a valorar de verdad. Se dieron cuenta que no solo, cada trabajador era distinto y que los trabajadores no se movían únicamente por el factor económico, sino también, era necesario establecer jornadas de trabajo más cortas y mejores contrataciones, además de otorgarle al trabajador más atención para lograr un mejor desempeño y de esta manera, obtener mayor producción y que beneficie a la empresa. Hasta el día de hoy se sigue sosteniendo la importancia de la satisfacción del trabajador en su rendimiento y por eso las empresas buscan incorporar a su empleado en un buen ambiente de trabajo.
En la actualidad, el departamento de Recursos Humanos existe en las grandes empresas y en las empresas más pequeñas, se decide terciarizar éste área, contratando consultoras externas.
Su trabajo consiste en diseñar actividades que permitan el control y la coordinación de todas las personas que forman parte de una organización.
Para eso hay que cumplir con tres objetivos principales: la adquisición de personal (reclutamiento, selección y contratación), el desarrollo (plan de vida, plan de carrera y capacitación) y la retención del empleado (motivación y remuneración, entre otros.)
Deben tener un papel estratégico de liderazgo en la organización y ser capaces de detectar cuáles son las necesidades que existen y buscar las soluciones adecuadas para mejorar determinadas situaciones. Cuando se permite delegar autoridad a los empleados de la empresa, repercute de una forma positiva a la organización, ya que la participación en la toma de decisiones, relacionadas con el trabajo, permite a los empleados poder trabajar en equipo y hace que mejoren las actividades diarias, además de lograr que el empleado tenga un compromiso en su lugar de trabajo y se sienta cómodo.
A medida que la tecnología va avanzando, se implementan herramientas tanto en este departamento como en otros, para ir agilizando el trabajo diario. Por eso, la tecnología es uno de los factores de transformación y de mejora, en cuanto a gestión del talento de las organizaciones. Un ejemplo es el de los Software de Reclutamiento, que están diseñados, no solo para optimizar la búsqueda de talento, sino también, para la gestión de todas las tareas que tengan que ver con el Departamento de Recursos Humanos.
Por este motivo, la capacidad de transformación, crea una organización renovada que permite planificar y llevar adelante cambios, alineando las estrategias de RR.HH. con las del negocio y mejorando los procedimientos de la empresa, reconociendo al capital humano, como único para generar innovación y diferenciación entre unas empresas y otras.
Los objetivos principales de este departamento, para lograr las metas tanto de la empresa como de sus empleados son:
Atracción del talento
Que consta en analizar el puesto y los requisitos que son necesarios para cumplir por el nuevo candidato, es importante el proceso de selección que se realiza para confirmar que realmente la persona contratada cumple con las expectativas de la empresa. De igual forma, la propia empresa tiene que resultar «atractiva» a estos candidatos para que decidan ser contratadas por ella en lugar de por otras de la competencia.
Cultura de la empresa
Es esencial que la empresa transmita la cultura de la misma, a los nuevos empleados, que los presente al resto del equipo, que aclare sus dudas y acompañe al nuevo empleado. El Departamento de Recursos Humanos tiene que encargarse de proporcionar un protocolo de bienvenida. Por otro lado, es necesario que toda la organización comparta unos valores que marquen la guía de conducta que la empresa necesita para tener una buena comunicación, tanto entre empleados, clientes y proveedores.
Desarrollo de talento
Los empleados no solo buscan compensaciones económicas, sino también sentirse satisfechos y realizados con el trabajo que desempeñan, por eso, Recursos Humanos debe saber adecuar a las personas con los puestos más idóneos según su cualificación y expectativas de mejora profesional.
Entorno de un buen ambiente de trabajo
Debe haber un horario flexible para que el empleado tenga una conciliación entre la vida personal y profesional. El departamento de Recursos Humanos también tiene que ofrecer formación y desarrollo profesional, y sobre todo, generar confianza y respeto.
Remuneración
Hay que tener en cuenta que las compensaciones sean equitativas y que ayuden a los empleados a sentirse motivados.