El logro del trabajo sano y seguro es el objetivo fundamental de la Seguridad e Higiene. La legislación vigente define en el marco jurídico los derechos y obligaciones de empleadores, trabajadores, del estado y de las aseguradoras de riesgos del trabajo y establece las normas y procedimientos que se deben cumplimentar para disminuir la accidentabilidad y el desarrollo de enfermedades producidas por el trabajo. El técnico en Seguridad e Higiene cumple un rol fundamental en la evaluación del lugar y ambiente de trabajo, detectando potenciales peligros y riesgos a los que los trabajadores podrían estar expuestos; logrando la eliminación o aislamiento de dichos riesgos; indicando el uso de los elementos de protección personal que los trabajadores requieran de acuerdo a sus tareas específicas; capacitando y controlando el cumplimiento de las medidas tomadas.
Las Enfermedades Profesionales, son enfermedades que se producen como consecuencia de la exposición a determinado agente de riesgo laboral, en un tiempo de exposición determinado capaz de producirla. En los trabajadores que realizan tareas manuales en líneas de producción, las tareas repetitivas y las posiciones forzadas de los miembros superiores son frecuentemente productoras de patología.
En este sentido, el prevencionista especializado analiza el diseño del puesto de trabajo, la distancia de los materiales a alcanzar, el mobilario, las características físicas del trabajador (estatura, por ejemplo), para garantizar una postura confortable para la realización de la tarea.
Existen diferentes métodos de evaluación ergonómica, que en el caso de los miembros superiores se puede mencionar, el método RULA (del inglés Rapid Upper Limb Assesment- Evaluación rápida del Miembro Superior), que utiliza diagramas y tablas para registrar las posturas del cuerpo y evaluar la exposición a riesgo tomando en cuenta el número de movimientos, el trabajo estático muscular, la fuerza aplicada, las posturas de trabajo y el tiempo de trabajo sin pausa.
Este método divide al cuerpo en dos grupos A y B, siendo el grupo A el brazo, antebrazo y muñeca; y el B, cuello, tronco y piernas.
Una vez que se toman las medidas y se registran las puntuaciones correspondientes establecidas, y se obtiene una puntuación total final que estima el riesgo de lesión causado por la carga muscoloesquelética de la tarea.
Otros métodos que se pueden utilizar para evaluar el riesgo de desarrollo de enfermedades de los miembros superiores son el OCRA Check List y el JSI.
El Ocra Check List (del inglés Ocupational Repetitive Action – Acción Repetitiva ocupacional-) valora la repetitividad, las posiciones y movimientos forzados, la fuerza, la periodicidad (descansos y recuperación). Su uso es muy recomendado para los Miembros superiores. Este método determina un índice que permite calcular el riesgo y lo clasifica como Optimo, Aceptable, Ligero, Muy Ligero, Medio o Alto.
El JSI, evalúa la parte dista de los miembros superiores (Mano antebrazo y codo). Mide seis variables (intensidad del esfuerzo, duración del mismo en un minuto de trabajo, el desvío de la muñeca respecto de la posición neutra, la velocidad con la que realiza la tarea y la duración de la misma. Como los demás, aplica una ecuación que determina un índice de riesgo de aparición de enfermedades relacionadas con la tarea realizada.
La importancia de este tipo de métodos es que identifica el riesgo y establece que con determinada puntuación se deben establecer determinadas acciones sobre el trabajador y su puesto de trabajo.
La selección del método a utilizar está relacionado con el riesgo a evaluar, la sencillez de la aplicación y la experiencia que se adquiere con el uso de determinado método.
La prevención, la detección precoz y el trabajo en conjunto con los médicos laborales, los empleadores y trabajadores en el cuidado de los riesgos es fundamental para prevenir las enfermedades relacionadas con el trabajo realizado.