23 noviembre, 2024

El hecho se produjo este martes a la tarde en la calle Lisandro de la Torre al 500, donde efectivos de la comisaría 54 detectaron un Peugeot 207 que fue robado días atrás y que tenía pedido de secuestro.

De inmediato, los uniformados se identificaron como policías y uno de los delincuentes se bajó del automóvil y disparó contra los policías.

Los asaltantes habían chocado el automóvil en el que venían y escaparon en dirección a un supermercado chino, donde intentaron sustraer otro vehículo, en el que había tres chicos adentro con un bebé, ya que la madre se había bajado para hacer las compras.
Los menores atinaron a salir antes del rodado junto al bebé y uno de los delincuentes fue abordado por el sargento primero Lezcano, quien comenzó a forcejear con el sujeto y en esa disputa se le cayó su arma reglamentaria.

El ladrón aprovechó, agarró la pistola del policía y le disparó en la cabeza a Lezcano e hirió al cabo primero, mientras que un tercer uniformado abatió al asaltante.

El sargento primero, Cristian Lezcano, falleció mientras era trasladado al hospital Santojanni en un patrullero de la seccional con un disparo en la cabeza.
En tanto, el otro policía Julio Gómez, había resultado herido y también fue llevado con un balazo en el tórax, pero horas después murió como consecuencia de la gravedad del estado en el que ingresó.

 

Analizando este lamentable hecho desde la ética, claro está quienes tienen una conducta buena y quienes tienen una conducta mala. Por un lado, los asaltantes tenían “voluntad” de herir a los policías. Los policías accionan de acuerdo a su ética profesional, que es una capacidad peculiar que los faculta específicamente para contribuir al bien común.

En este hecho se puede observar el Problema de la Libertad Humana.

Los asaltantes tienen el problema de incompatibilidad de la libertad humana y las normas morales, osea en el ser y el deber ser. No ignoran el problema, sino que forman parte de él.

Los policías perciben a través de los sentidos basándose en información que ya tenían, que los asaltantes circulaban en un auto que tenía pedido de secuestro.Los asaltantes perciben que iban a ser detenidos y comienzan a disparar contra los policías.Luego de la observación, los policías definen esto como un acto malo mientras que los asaltantes evaluaron dicho acto de diferentes maneras sin medir las consecuencias. El resto de los partícipes, en forma personal descubrirán los valores que todavía no se han percibido en este acto.

En este hecho se puede observar un acto humano ya que los asaltantes actúan consciente mente y libremente, en un nivel racional. Tienen la inteligencia y la voluntad para realizar dicho acto. Es un acto humano de valor moral de signo negativo, ya que se comete homicidio.

Los asaltantes no poseen libertad sino libertinaje. La libertad humana tiene que ir paralela con el sentido axiológico y el sentido de responsabilidad. Ellos no actúan de manera responsable.

Los policías actúan en virtud de su profesión. Tienen vocación. Ante la presencia de los asaltantes en el auto secuestrado actúan sin dudar. El final de la profesión es el bien común. Ellos quieren detener los asaltantes y que la justicia se encargue de ellos.

De cada profesión se puede obtener un beneficio propio. En este caso, los policías sacrifican su vida por el bien común muriendo gracias a los disparos recibidos.

Ellos tuvieron una preparación especial profesionalmente:  capacidad intelectual,  moral y física. Ésta preparación consiste en el conjunto de conocimientos que dentro de su profesión,  lo hacen aptos para desarrollar trabajos especializados. En este caso, ellos estaban preparados para afrontar a los asaltantes sabiendo las consecuencias que esto implicaba.

 

 

 

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

ALUMNA: SUESCUN AYELÉN

PROFESOR: MARCELO MESSERSI

TSDA 3º , AÑO 2017

IEA, SEDE LINIERS. 

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