GRUAS
Una grúa es una máquina con una pluma, diseñada principalmente para subir y bajar cargas pesadas. Hay dos tipos básicos de grúas: móviles y fijas. Las grúas móviles pueden ir montadas sobre vehículos de motor, barcos o vagones de ferrocarril. Las grúas fijas son del tipo torre. Existen también las grúas pórtico, que discurren por carriles elevados. Hoy en día, la mayoría de las grúas son movidas mecánicamente, aunque algunas todavía funcionan manualmente. Su capacidad, en función del tipo y tamaño, oscila desde unos pocos kilogramos a cientos de toneladas. Las grúas se usan también para hincar pilotes, en dragados, excavaciones, demoliciones y como plataformas de trabajo para personas. Generalmente, la capacidad de una grúa es mayor cuando la carga se encuentra más próxima a su mástil (centro de rotación) y es menor cuando la carga se encuentra más alejada de él.
- Riesgos de las grúas
Los accidentes en que se encuentran implicadas las grúas son generalmente costosos y espectaculares. Las lesiones y las muertes no sólo afectan a los trabajadores, sino frecuentemente a inocentes transeúntes. Existen riesgos en todas las facetas de su funcionamiento, incluyendo el montaje, desmontaje, desplazamiento y mantenimiento. Algunos de los riesgos más comunes relacionados con las grúas son:
- Riesgos eléctricos. Se puede producir el contacto con el tendido eléctrico y el arco formado por la corriente eléctrica a través del aire si la máquina o el cable de elevación se encuentran demasiado próximos a la línea. Cuando se produce el contacto con la línea, el peligro no se limita solamente al operador de la máquina, sino que se extiende a todo el personal situado en su proximidad. El veintitrés por ciento del total de las muertes por accidentes de grúa en Estados Unidos, en 1988-1989, fueron ocasionados por contacto con líneas eléctricas. Aparte de las lesiones a las personas, la corriente eléctrica puede causar daños estructurales en la grúa.
- Fallos de la estructura y sobrecargas. Los fallos de la estructura se producen cuando una grúa o sus componentes de estiba se someten a esfuerzos estructurales que pueden causar daños irreparables. El balanceo o la descarga súbita de la carga, el uso de componentes defectuosos, la elevación de una carga superior a la capacidad admitida, el arrastre de cargas y la recogida de la carga fuera de la vertical pueden causar sobrecargas.
- Falta de estabilidad. La falta de estabilidad es más frecuente en las grúas móviles que en las fijas. Cuando una grúa mueve una carga, balancea su pluma o se mueve fuera de su campo de estabilidad, la grúa tiende a volcar. Las condiciones del terreno también pueden causar fallos de estabilidad. Cuando una grúa no está nivelada, su estabilidad se reduce si la pluma se orienta en ciertas direcciones. Cuando se instala una grúa en un terreno que no puede soportar su peso, el terreno se hundirá, causando el vuelco de la grúa. También se conocen casos en que las grúas han volcado al desplazarse por rampas inadecuadamente compactadas en obras de construcción.
- Caída o deslizamiento de materiales. Los materiales pueden caer o resbalar si no están debidamente sujetados. La caída de materiales puede lesionar a los trabajadores situados en su proximidad o causar daños a las cosas. Los movimientos de material no deseados pueden atrapar o aplastar a los obreros involucrados en la maniobra de carga o descarga.
- Mantenimiento y procedimientos de montaje y desmontaje inadecuados. Un acceso en malas condiciones, la ausencia de protecciones contra caídas y las prácticas inadecuadas han causado lesiones y a veces la muerte de operarios mientras realizaban el mantenimiento, montaje y desmontaje de grúas. Este problema es más común con las grúas móviles, cuyo mantenimiento se realiza sobre el terreno y carecen de dispositivos de acceso.
Muchas grúas, en especial los modelos más antiguos, no están provistas de barandillas o peldaños para facilitar el acceso a diversas partes de la grúa. El mantenimiento alrededor de la pluma y encima de la cabina es peligroso si los trabajadores caminan por la pluma sin equipo de protección contracaídas. En las grúas de pluma en celosía, la carga y descarga incorrectas, además del montaje y desmontaje de la pluma, han causado que trozos de ella cayeran sobre los obreros. O bien los tramos de la pluma no estaban adecuadamente apoyados durante las operaciones, o bien la sujeción de los cables que sujetaban la pluma se había realizado defectuosamente. - Riesgos del ayudante o engrasador. Se produce una situación muy peligrosa cuando la parte superior de la grúa gira más allá de la parte inferior estacionaria durante su funcionamiento normal. Todos los ayudantes que trabajan alrededor de la grúa deberán permanecer fuera de la base de la misma durante su funcionamiento.
- Riesgos físicos, químicos y de fatiga del gruista. Si la cabina no está aislada, el gruista puede estar expuesto a un ruido excesivo que le cause sordera. Los asientos diseñados inadecuadamente pueden causarle dolores de espalda. La falta de ajuste de la altura del asiento y de su inclinación pueden ocasionar una mala visibilidad desde el puesto del conductor. Un diseño impropio de la cabina contribuye a una mala visibilidad. Los escapes de los motores de gasóleo o gasolina contienen humos que son peligrosos en zonas confinadas. Existe también la preocupación por el efecto de la vibración en todo el cuerpo transmitida por el motor, en especial en las grúas más antiguas.
Las limitaciones de tiempo o la fatiga también intervienen en los accidentes de grúas. - Medidas de control
La operación segura de una grúa es responsabilidad de todas las partes involucradas. Los fabricantes de grúas son responsables del diseño y fabricación de máquinas que sean estables y tengan una sólida estructura. Las capacidades de las grúas tienen que estar computadas adecuadamente, de modo que haya las suficientes salvaguardas para evitar accidentes causados por exceso de carga e inestabilidad. Instrumentos tales como limitadores de carga e indicadores del ángulo y longitud de la pluma ayudan a los maquinistas en el manejo seguro de una grúa. (Los dispositivos sensores de líneas eléctricas han dado resultados no fiables). Todas las grúas deberán tener un indicador de carga-seguro, automático, eficaz y fiable. Además, los fabricantes de grúas deberán introducir adaptaciones del diseño que faciliten un acceso seguro para un manejo y mantenimiento seguros. Los riesgos pueden reducirse con un diseño claro de los paneles de control, insertando una tarjeta al alcance del maquinista que especifique las configuraciones de carga; incluirá barandillas, ventanas antideslumbrantes, ventanas que se extiendan hasta el suelo de la cabina, asientos confortables y aislamiento térmico y acústico. En algunos climas, las cabinas con calefacción y aire acondicionado contribuyen al confort del operario y reducen su fatiga.
Los propietarios de las grúas son los responsables de mantener las máquinas en buenas condiciones asegurándose de que se efectúen inspecciones regulares y un mantenimiento adecuado y empleando a maquinistas competentes. Los propietarios deberán ser capaces de recomendar la máquina más idónea para cada trabajo. Una grúa asignada a un proyecto deberá poder transportar la carga más pesada que le corresponda. La grúa deberá ser inspeccionada por una persona competente antes de ser asignada a un proyecto y, una vez en él, diaria y periódicamente (de acuerdo con las recomendaciones del fabricante), llevando un registro del mantenimiento. Se practicará una ventilación para eliminar o diluir el escape del motor de las grúas que trabajen en zonas cerradas. Igualmente se suministrará protección auditiva, si procede. Los supervisores de la obra deben establecer planes de antemano. Mediante una planificación adecuada se puede evitar tener que trabajar cerca de tendidos eléctricos. Si se tuviera que trabajar cerca de líneas de alta tensión deberán respetarse las distancias de separación obligatoria (véase la Tabla 93.6). Si no se puede evitar el trabajo cerca de las líneas eléctricas, el cable deberá desconectarse o aislarse.
Para ayudar al maquinista cuando trabaje en los límites de proximidad de líneas eléctricas se deberá recurrir a un señalista. El terreno, incluso el acceso y los alrededores de la zona de trabajo, deben poder soportar el peso de la grúa con la carga en suspensión. Si es posible, la zona de trabajo de la grúa se acordonará para evitar lesiones durante la operación de izado. Cuando el maquinista no pueda ver la carga claramente, se utilizará a un señalista. Este último y el maquinista deben estar instruidos y entender bien las señales de mano y otros aspectos del trabajo. Se proveerán aparejos adecuados para la sujeción, de modo que los estibadores puedan asegurar que no se produzca la caída o deslizamiento de la carga. El equipo de estiba debe estar entrenado en el embragado y desembragado de las cargas. Una buena comunicación es vital para la seguridad en el manejo de grúas. Todos los aditamentos de seguridad y dispositivos de alarma deberán estar en buen estado de funcionamiento y no se desconectarán en ningún caso. La grúa debe estar nivelada y manejarse con arreglo a la tabla de cargas de la misma. Las patas deberán estar totalmente extendidas o dispuestas de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Para evitar una carga excesiva, el maquinista debe conocer de antemano el peso a levantar, y emplear limitadores de carga y otros indicadores. El maquinista siempre trabajará conforme a las prácticas seguras de manejo de grúas. Todas las cargas deberán estar totalmente aseguradas antes de ser izadas. El movimiento con carga debe ser lento; la pluma nunca debe ser prolongada o acortada de tal modo que pueda comprometer la estabilidad de la grúa. No se manejarán las grúas cuando la visibilidad sea escasa o cuando el viento pueda hacer que el maquinista pierda el control de la carga.
- Normas y legislación
Existen numerosas normas escritas o recomendaciones para la fabricación y el manejo de grúas. Algunas están basadas en los principios de diseño, otras en su funcionamiento. Entre los asuntos contemplados por estas normas se incluyen métodos para realizar pruebas de diversos dispositivos de seguridad; el diseño, construcción y características de las grúas; inspecciones, pruebas, procedimientos de mantenimiento y manejo; equipos recomendados y disposición de los mandos. Estas normas forman la base de la legislación oficial y los reglamentos de las empresas en materia de salud y seguridad y formación de los maquinistas.
Podremos encontrar las Normas para realizar este tipo de trabajos, Dentro de la ley 19587, en el capitulo 15, entre los Art. 103 y 109 (Maquinas y Herramientas) y Art 114 y 133 (Aparatos para Izar).