En nuestros tiempos el aborto es un dilema social, no solo en nuestro país sino también en el resto de América Latina. A diferencia del nuestro, en algunos países fueron legalizándolo.
En Argentina ya lleva seis veces consecutivas la presentación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el cual participan legisladores de distintos partidos políticos. Este proyecto consta de varios artículos dentro de los cuales figuran
que toda mujer tiene derecho a decidir voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras catorce semanas del proceso gestacional,
que toda mujer tiene derecho a acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud,
como así también tiene derecho a interrumpir su embarazo si fuera producto de una violación, si estuviera en riesgo la vida o la salud física, psíquica o social de la mujer y si existieren malformaciones fetales graves;
estos son algunos de los artículos presentes en el proyecto. Si bien existe una gran movilización de parte de movimientos feministas, organizaciones vinculadas a los derechos humanos, entre otros, con el emblema «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir», existe una parte de nuestra sociedad que no está a favor de esta legalización, como la Iglesia Católica y otros movimientos políticos.
Éticamente hablando se piensa y se discute si esta legalización está bien o está mal, si es correcta o no. Como personas tenemos la capacidad de decidir si estamos de acuerdo o no y tener un fundamento acerca de nuestras opiniones y decisiones. Existe una crisis social-cultural ya que es un tema que siempre se va pasando por alto y se suele considerar como inferior con respecto a otros y nunca se toma una decisión. Hay distintas diversidades culturales que tienen diferentes perspectivas acerca del aborto, hay personas que están a favor y lo consideran como algo positivo y hay otras que se encuentran en contra por el hecho que lo consideran como un asesinato a un ser indefenso y que no se le da la oportunidad de vivir.
Actualmente las teorías éticas están divididas en cognitivismo y no cognitivismo. Con respecto a este dilema social podríamos decir que hay personas que sostienen que esta acción tiene fundamentos racionales y se pueden dar a conocer las razones de esta conducta moral (Cognitivismo) y por otro lado tenemos a los que afirman que no hay fundamentos para dicha conducta (No Cognitivismo) como por ejemplo la Iglesia Católica y otros factores que están en contra de la legalización del aborto.
Para finalizar, existe una discusión ética-moral entre el derecho de la mujer de poder decidir sobre su cuerpo y el derecho de vida del nuevo ser. Es muy importante la educación acerca de esto y valorar los derechos de las personas tanto individual como social.