El presidente de EEUU, candidato a la reelección, se ve envuelto en un escándalo, acusado de abusar de una menor. Sin pruebas para refutar dicha acusación y denuncia por parte de la menor, decide evadir el problema de la mente de los ciudadanos buscando ayuda en su asesor Conrad Brend, quien arma una estrategia a tales fines. Ya que con la acusación se había revolucionado todo y bajo considerablemente la intención de voto, el asesor diseña una guerra falsa entre EEUU y Albania. Para eso cuenta con la complicidad de su secretaria y de Stanly Motss, un productor renombrado de cine, para que haga el tráiler de lo que sería la falsa guerra y, así una vez disparado a los medos de comunicación, crearían un evento con más fuerza que la acusación para prestar atención, bajo el slogan “No dejes a tu caballo a mitad de camino”.
Como se podrá notar, el rol de la verdad aquí desaparece, ya que hablamos de ficción, manipulación de información, todo absolutamente armado para manipular también la voluntad las personas, por lo menos hasta las elecciones, sin pensar que se podía ir luego de la manos, saliendo la verdad a la luz ultimadamente.
La estrategia de la falsa guerra no dejo ningún detalle al azar. Se eligió a Albania como país oponente, ya que es un país desconocido por el pueblo estadounidense.
En un primer análisis se podría relacionar la película con la teoría de La Aguja Hipodérmica, ya que los medios “inyectan” el mensaje de la falsa guerra, como si fuera real, mensaje cuyo contenido se da por cierto de manera inmediata. Pero haciendo un análisis más profundo, sin menospreciar esta teoría, podemos concluir también que se puede relacionar con el modelo Conductista Funcionalista, ya que este modelo de comunicación es útil para un control del entorno frente al sistema de valores estipulado. Para este modelo los medios de comunicación son considerados como instituciones decisivas en el control y la regulación de la sociedad.