El idioma ingles es asumido como excelencia para el comercio internacional. En la producción de bienes y servicios los costos de producción son bajos debido a que las empresas norteamericanas usan mano de obra barata llevando trabajadores contratados en países latinoamericanos que no dominan el ingles por lo que debido a ello no tienen derecho a tener buenos salarios por no hablar ingles. En la economía, la industria, los negocios, el comercio internacional, en todo el mundo productivo se escribe, se habla y se lee en ingles como idioma oficial. Si maneja el idioma inglés a cualquier trabajador se le abrirán prácticamente todas las puertas en el mundo laboral y con mejores oportunidades. Sin lugar a dudas el ingles es importante y fundamental para nuestra profesión aunque podemos ser profesionales de éxito sin dominar el idioma ingles. Pero hoy por hoy manejar otro idioma es duplicar las oportunidades de éxito en la vida y por excelencia e importancia debería ser el ingles ese otro idioma, manejar el ingles te permite franquear fronteras apoyados en la tecnología de la comunicación y la información. Nuestra sociedad debe mentalizarse de que el conocimiento del inglés es una de las herramientas más útiles y necesarias a la hora de establecer negocios internacionales.
La necesidad de conocer el inglés a la hora de establecer relaciones de negocios internacionales llega hasta el punto de que existen una serie de términos en inglés acuñados específicamente para este tipo de negocios (normalmente que incluyan traslado de mercancías entre países). Los llamados “Incoterms”, del acrónimo en inglés “International Commercial Terms” son términos necesarios, que incluyen connotaciones específicas, provenientes del inglés y sin ninguna traducción posible.
Todo esto sólo deja libre una única interpretación, y es que a la hora de establecer relaciones de negocios internacionales, la carencia de un nivel de inglés, que además debe ser bastante técnico, puede suponer y supone una enorme desventaja e incluso la imposibilidad de establecer tales relaciones.
La solución más habitual a estos problemas es la contratación de un intérprete externo a la empresa, sin embargo pocos intérpretes están especializados en este tipo de tecnicismos legales y comerciales, por lo que cada vez más empresas optan por la opción de instruir a sus propios trabajadores en el inglés específico requerido para sus negocios.