Las actividades económicas son todas aquellas que tienen como finalidad la satisfacción de las necesidades humanas de carácter económico, es decir, aquellas que se satisfacen mediante recursos que son escasos.
En la actividad de producción y distribución económica intervienen tres tipos de agentes: las familias, las empresas y el Estado.
Las familias tienen un doble papel en la economía de mercado: son a la vez las unidades elementales de consumo y las propietarias de los recursos productivos. La palabra familia hay que entenderla en un sentido amplio, no sólo la familia nuclear de la tradición judeo-cristiana. Cada vez son más frecuentes en nuestras sociedades las familias formadas por una sola pareja o un solo individuo. En los países subdesarrollados y en las zonas rurales de los países en desarrollo es muy frecuente el autoconsumo, es decir, que las familias produzcan lo que van a consumir, alimentos, menaje de hogar, incluso vestuario; como los productos destinados al autoconsumo no se contabilizan en las estadísticas, resultan muy engañosas a veces las comparaciones internacionales. También debe ser considerado autoconsumo los servicios de limpieza y preparación de alimentos prestados en el hogar por los miembros de la familia. En general se considera, aunque quizá no debiera ser así, que en los países occidentales desarrollados la producción destinada al autoconsumo es muy pequeña en comparación con el total del país, inapreciable a efectos estadísticos, y despreciable a efectos científicos. Resumiendo: las familias no producen, sólo consumen.
Las empresas son los agentes económicos destinados exclusivamente a la producción de bienes y servicios. Para realizar su actividad necesitan los factores productivos que les entregan las familias. A cambio de ellos pagarán unas rentas: sueldos y salarios como contrapartida del trabajo; intereses, beneficios, dividendos, etc., como contrapartida del capital; alquileres o simplemente renta como contrapartida de la tierra. Los bienes y servicios producidos por las empresas son ofrecidos a las familias que entregarán a cambio su precio.
En la empresa se consideran tres factores productivos:
Tierra, comprende los recursos naturales y las materias primas
Trabajo humano, tanto físico como intelectual
Capital, físico (maquinaria, instalaciones, etc.) y financiero (dinero, créditos, etc.)
Actualmente se suele añadir un cuarto factor, la capacidad organizativa para coordinar eficientemente los tres anteriores.
Al conjunto de recursos productivos se les llama también inputs (entradas) y a los bienes y servicios obtenidos outputs (salidas). Desde esta perspectiva se contempla a la empresa como un sistema que transforma los inputs en outputs a través de una tecnología determinada.
El estado es el agente económico cuya intervención en la actividad económica es más compleja. Por una parte, el Estado acude a los mercados de factores y de bienes y servicios como oferente y como demandante. Al igual que las familias, es propietario de factores productivos que ofrece a las empresas de las que también demanda gran cantidad de bienes y servicios. A la vez es el mayor productor de bienes y servicios. Por otra parte, a diferencia de los otros agentes económicos, tiene capacidad coactiva para recaudar impuestos, tanto de las empresas como de las familias. Así mismo destinará parte de sus ingresos a realizar transferencias sin contrapartida a ciertas empresas que considere de interés social o a algunas familias mediante subsidios de desempleo, pensiones de jubilación y otras.
Su objetivo es lograr el máximo bienestar económico de la sociedad utilizando los ingresos limitados de que dispone. Incluye todos los niveles de la administración pública (estatal, autonómico y local, así como superestatal) y los organismos y empresas de propiedad pública.
A estos protagonistas de las actividades económicas, se nos denomina agentes económicos.