Miraremos al mundo desde tres perspectivas: Aspectos sociales, económicos y tecnológicos. En cada una de ellas incluiremos algunos temas destacados y su relación con la Administración. En la primera parte, se tratan las principales tendencias sociales y económicas que marcan la agenda mundial del presente, vinculadas con la Administración. En la segunda parte, se analizan los aspectos ambientales y tecnológicos y, además, el rol de la Administración en las peculiares características del siglo que se inicia.
Aspectos sociales:
La población ha crecido en forma notable en el último siglo. Es esperable que la tasa de crecimiento no se mantenga en el tiempo, pero igualmente muchos observadores entienden que está llegando a los límites de lo que los recursos disponibles en el planeta pueden atender. Ese crecimiento de la población no se da de la misma forma en todas las regiones. Por ejemplo, en los países más ricos (EEUU y Canadá, Europa y Japón) el crecimiento es más lento y se observa un envejecimiento poblacional, ya que la expectativa de vida de la gente aumentó y la tasa de natalidad disminuyó. En cambio, en los países en vías de desarrollo (Europa del Este, parte de Asia, Latinoamérica) la población sigue creciendo a un ritmo significativamente alto (cercano al 3 %). En los países de mayor atraso (África, parte de Asia) todavía la expectativa de vida es más baja y hay una parte muy importante de la población entre niños y gente joven. El crecimiento poblacional supera la tasa del 3 % anual.
Aspectos económicos:
Miles de páginas, libros y artículos se escribieron sobre la globalización en las últimas décadas, desde diversas perspectivas y con opiniones favorables y contrarias. Intentando definir el fenómeno, puede decirse que la globalización desde el punto de vista económico es el incremento de la actividad más allá de las fronteras nacionales y de las regiones.
Aspectos ambientales y tecnológicos:
Las preocupaciones por el medio ambiente cobran día a día mayor importancia. No puede ser de otra forma si se piensa que el entorno que brinda el planeta tiene recursos limitados y condiciones naturales que pueden alterarse provocando daños irreparables. Antiguamente la naturaleza, el mundo en definitiva, parecía brindar recursos prácticamente inagotables. Sin duda era así cuando los niveles de cantidad de habitantes y de riqueza eran enormemente menores.