Cientos de personas día tras día emplean la función de administrar en cosas cotidianas y básicas como el hogar. Aquí hablaremos de ello y de los procesos que llevamos a cabo sin siquiera notarlo.
Cuando escuchamos la palabra «administración» la asociamos automáticamente con empresas, sin saber que es algo mas que eso. La administración se puede utilizar en cualquier tipo de organización; desde grandes empresas hasta negocios mas chicos, como kioscos, y como hablaremos en este articulo, cualquier hogar.
Vamos a definir entonces a la Administración: es el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos y las actividades de un trabajo con el propósito de lograr objetivos o metas de una organización de manera eficiente y eficaz.
Entonces, ¿Cómo utilizamos estos diferentes procesos sin ser consientes de ello? Fácil.
Planificar: Cuando se nos da la posibilidad de vivir lejos de la casa de nuestros padres comenzamos con la base del proceso de la administración, planeamos, proyectamos a futuro, es decir, elaboramos un presupuesto basado en nuestros ingresos y egresos. Tenemos un sueldo y a base de eso evaluamos nuestros costos del mes, los presupuestos del hogar suelen ser mensuales ya que es el mas común, porque nuestro sueldo mayormente es mensual. Entonces lo utilizamos para destinar, primero a los gastos mas importantes, como puede ser; el alquiler, la luz, gas, agua, expensas, comida etc. De ahí buscamos un «objetivo»; algo a lo que queremos llegar, como un viaje, o la compra de un articulo u mueble para mejorar el ambiente de nuestra casa, o una movilidad, como un auto, moto, etc. Para ello «ahorramos» o «invertimos».
Organización: En esta fase buscamos que aquellos integrantes que conforman el hogar, ayuden a que las funciones se realicen con éxito y a alcanzar nuestro objetivo. Cada miembro debe sentirse valorado y respetado. Definimos trabajos, responsabilidades y autoridad. Comúnmente la madre y el padre son quienes toman las decisiones, después el hijo mayor y en forma consecutiva.
Siempre tiene que haber comunicación. Como en cualquier empresa; donde es vital que cada sector informe al gerente y por consiguiente a los jefes u accionistas de todo movimiento en ella; así mismo lo es en nuestras casas. Quien toma las decisiones no puede hacerlo solo por su cuenta, necesita consultar con todos los integrantes de la familia, esto es vital, para que halla armonía y evitar conflictos.
Dirigir: Aquí, es necesario que un integrante de la familia tome el rol de encargado/a. Va a ser quien se encargue de revisar que cada miembro realice sus funciones de manera correcta, que verifique las metas cumplidas y así mismo anime a todos a seguir adelante, dándoles iniciativa y alguna compensación.
Controlar: Una vez al mes, cuando se este cenando o charlando en familia, es necesario hacer un balance de los resultados. Se analizan metas cumplidas, cuales hacen falta cumplir, porque, y corregir problema si se presentaron. Siempre felicitando a quienes realizaron su trabajo con éxito y apoyando positivamente a quienes aun no lo lograron, con el fin de que los objetivos planeados al principio puedan llevarse a cabo.
¿Parece difícil? ¿Pero acaso no había en casa un encargado?(mamá, papá, etc) ¿No tenemos todos un sueño o deseo?(objetivo/ahorrar) ¿No charlamos con nuestras familias sobre que hicimos en el día o como nos fue? O ¿No nos sentamos a revisar nuestras cuentas y ver que hace falta pagar o comprar? (controlar)
Nuestros padres nos enseñan su método y cada uno lo toma, lo absorbe y lo modifica según nuestras propias vivencias o experiencias de quienes convivan con nosotros.
Si. Parece difícil, pero es nuestra rutina diaria, y como decía al principio; Muchos somos administradores de nuestro propio hogar, a sentirse orgulloso por ello!