21 diciembre, 2024

 

La contaminación del suelo es la introducción de sustancias extrañas a la superficie terrestre. Estos elementos perjudican de forma grave la salud de las personas, de animales y plantas.

La generación de basura es una consecuencia inevitable de las actividades humanas, pero desafortunadamente toda basura provoca impactos negativos medioambientales, y en general, puede contaminar cualquier entorno de cualquier ámbito: hogares, oficinas, fábricas.

La cantidad y el tipo de basura depende de cada región o país, pero el consumismo y el número de habitantes están relacionados con la cantidad de basura que se genera, por lo que la contaminación se convierte en un problema mayor.

Fuentes de contaminación por basura son:

  • Industrias.
  • Centros médicos.
  • Casas.
  • Comercios.

 

Causas de la contaminación terrestre

  • Ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo: es un método seguro de almacenar líquidos inflamables o combustibles pero pueden romperse a causa de la excesiva carga de tierra a su alrededor o tapando la entrada de desechos o por las vibraciones del tráfico.
  • Excesivo uso de pesticidas en plantaciones como los insecticidas,  herbicidas y fertilizantes.
  • Arrojar basura en lugares no destinados para ese uso: plásticos, vidrios o papel que tardan cientos de años en descomponerse.
  • Los desechos tóxicos que liberan las industrias sin un control por parte de las organizaciones encargadas de vigilar esta actividad.
  • Filtrados en rellenos sanitarios: estos espacios pequeños destinados a la acumulación de basura y donde la misma es cubierta por capas de tierra y se compacta de tal manera que no es perjudicial para la salud, puede sufrir algún tipo de filtración o rotura en sus capas.
  • Derrame de relaves mineros: estos desechos que produce la actividad minera y que se depositan en tanques cerca de la explotación pueden romperse y contaminar el agua y el suelo de esa región.
  • Monocultivo: el hecho de plantar una solo especie en unas tierras sin descanso ni abono deteriora el suelo, empobrece de nutrientes, provocando erosión, esterilidad y desertificación.

Contaminación del suelo por los basurales

Entre las principales causas de la existencia de estos basurales pueden consignarse: la ausencia de recolección de residuos en algunas zonas, muchas veces por la imposibilidad de acceso; la descarga de basura sin control que realizan la mayoría de los municipios (justificándose principalmente razones económicas), y el vertido ilegal de ciertas empresas e industrias, principalmente para abaratar sus costos.

La alteración de los suelos trae como consecuencia la pérdida de calidad del terreno y su desvalorización ante posible venta del mismo. También deteriora el paisaje ya que las sustancias tóxicas vertidas matan o extinguen a especies animales y vegetales autóctonos de la región sin la posibilidad de recuperarlos en un futuro.

La contaminación del suelo perjudica las actividades económicas de los pueblos o comunidades afectados porque la presencia de contaminantes provoca la disminución del valor de esas tierras y su inutilización para otras tareas.

 

Entre sus consecuencias pueden enumerarse: la contaminación del suelos, aire y agua (subterránea y superficial), la presencia de animales transmisores de enfermedades (roedores, insectos, microorganismos, etc.) a lo que se suman los efectos adversos derivados de la quema incontrolada, deliberada o espontánea de la basura.

Los residuos que terminan en un basural carecen de los controles y las condiciones de manejo que sí se brindan en los rellenos sanitarios . Por ejemplo, debido a la falta de impermeabilización del suelo en los basurales, los residuos orgánicos fermentables (como restos de alimentos, ramas, etc.) se los degrada y sus propios líquidos, o las aguas de lluvia que toman contacto con ellos, se infiltran en las napas de agua arrastrando los contaminantes que terminan impactando en este recurso natural y poniendo en riesgo la salud de las personas y del ambiente que lo rodea.

Los basu­ra­les a cielo abierto sue­len ser uno de los focos infec­cio­sos de muchas de las enfer­me­da­des que con­traen a dia­rio las miles de per­so­nas que habi­tan en sus inme­dia­cio­nes Entre las enfer­me­da­des que aún per­sis­ten entre noso­tros figu­ran el den­gue, la hepa­ti­tis y el cólera.

La transmisión de las infecciones puede efectuarse de diversas maneras: el contacto directo con los desechos, o por vía indirecta a través de los vectores o transmisores más comunes como son las moscas, mosquitos, las ratas o los perros que viven en las zonas de basurales.

Prevención

La protección del suelo constituye un deber básico de las personas físicas o jurídicas poseedoras de suelos y de quienes sean sus propietarias, que conlleva la obligación de conocer y controlar la calidad del suelo, así como de adoptar medidas preventivas, de defensa, de recuperación y de control y seguimiento.

Educación en gestión de los residuos

 Alternativas 

  • La educación en gestión de los residuos.
  • el reciclaje de materiales de desecho como: papel, plástico, o  cartón.
  • Comprar artículos durables en lugar de desechables.
  • Optar por productos con menor cantidad envoltura.
  • Evitar productos con químicos como limpiadores, detergentes, etc.
  • Uso de dosis mínimas de plaguicidas y la  aplicación adecuada.
  • Tirar la basura  en botes.
  • Reciclar las pilas.
  • Encontrar un medio de prolongar la vida útil de los productos.
  • Fomentar procesos de fabricación más limpios y de menor consumo.
  • Reducir el contenido de sustancias peligrosas en los productos.
  • Determinar los flujos de residuos más problemáticos y peligrosos y trabajar en asociación con los sectores correspondientes con el fin de reducir o eliminar esos flujos de residuos.

El reciclaje: Es necesario reciclar los diferentes residuos que se producen en nuestro domicilio. Para esto, es necesario que empecemos por la separación de cada material con base en las categorías en las que se pueden reunir, tal y como se establecen. De esta manera evitaremos que los residuos puedan terminar siendo absorbidos por el suelo, ya que algunos materiales tardan una gran cantidad de años en descomponerse.

En consecuencia, no sólo es necesario que las empresas asuman la responsabilidad de canalizar sus residuos por los mecanismos legales, también los ciudadanos deben tomar conciencia de que este tipo de eliminación sólo acarrea problemas ambientales y sanitarios que perjudican tanto a las generaciones actuales como a las venideras.

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