Descripción
Este tipo de lesiones laborales se producen por un esfuerzo repetitivo, cuando un exceso de presión se ejerce sobre una parte del cuerpo provocando lesiones óseas, articulares, musculares y daños en los tejidos.
La mayoría de este tipo de lesiones musculoesqueléticas, denominados Trastornos de Trauma Acumulativo (en adelante, TTA) no se producen por accidentes o agresiones únicas o aisladas, sino como resultado de traumatismos pequeños y repetidos. Se consideran enfermedad laboral, ya que estas patologías son más frecuentes en los trabajadores sometidos a sobrecarga mecánica, que en la población en general.
En particular son susceptibles a este tipo de lesiones los empleados en las industrias aeroespacial, agrícola y automoción y los trabajadores de oficina, electrónica, corte y confección, procesamiento/manipulado de alimentos, cristalería, sanitarios, manufactura, correos, formación de metales, moldeado de plásticos, y músicos y bailarines, son susceptibles a los TTA.
Causas
Los TTA son causados por uno o más “factores de riesgo”. Éstos están divididos en factores de riesgo físicos y factores de riesgo que involucran la organización del trabajo.
Los factores de riesgo físicos incluyen:
Repetir el mismo movimiento una y otra vez .
Trabajar en una posición incómoda o la misma posición por un largo período de tiempo.
Trabajar con objetos o herramientas que vibran.
Trabajar en temperaturas muy calientes o frías.
Tener contacto directo contra superficies o bordes duros, por largos períodos de tiempo.
Empujar, agarrar o levantar objetos.
Los factores de riesgo que involucran la organización del trabajo incluyen:
Demasiada carga de trabajo
Ritmo acelerado del trabajo
Falta de personal para hacer el trabajo
Falta de suficientes descansos
Jornadas largas de trabajo.
Síntomas
Estas lesiones son generalmente de aparición lenta y de carácter inofensivo en apariencia, por lo que se suele ignorar el síntoma hasta que se hace crónico y aparece el daño permanente. Los síntomas más comunes pueden resumirse en:
Dolor , Debilidad, Rigidez, Sensibilidad, Hinchazón, Sensación de ardor, Hormigueo, Adormecimiento, Dificultad para moverse, Torpeza
En una primera etapa se manifiesta dolor y cansancio durante las horas de trabajo, desapareciendo fuera de éste; no se reduce el rendimiento en el trabajo, puede durar semanas e incluso meses. En este punto el daño es reversible.
En fases posteriores, los síntomas aparecen al empezar el trabajo y continúan por la noche, alterando el sueño y disminuyendo la capacidad de trabajo repetitivo; llega a aparecer dolor incluso con movimientos no repetitivos y se hace difícil realizar tareas, incluso las más triviales.
Si los problemas se detectan en la primera etapa, pueden solucionarse generalmente mediante medidas preventivas ergonómicas; en etapas más avanzadas, se hace necesaria la atención médica, de ahí la importancia del conocimiento de este tipo de problemas y de la toma de medidas preventivas.
Diagnóstico
Al considerarse este tipo de lesiones por TTA como enfermedad laboral, el diagnóstico se realiza en un proceso de tres pasos:
Establecer un diagnóstico específico mediante historia clínica del paciente. Hacer un examen físico y/o para clínico, de ser necesario.
Contar con la evidencia objetiva, mediante el análisis ergonómico del puesto de trabajo de exposición a factores de riesgo específico. Descartar causas no ocupacionales como posibles causas primarias de la patología evaluada.
Clasificación
Según los tipo de lesión se dividen en: inflamatorias, traumáticas , degenerativas-destructivas:
Inflamatorias
Tendinitis: Inflamación de un tendón.
Bursitis: Inflamación de la bolsa sinovial.
Sinovitis: Inflamación de la membrana sinovial de articulaciones y tendones.
Artritis: Inflamación de una articulación.
Condritis: Inflamación del cartílago articular.
Traumática
Desgarros: Ruptura parcial o completa de un tejido.
Luxaciones: Pérdida de la relación articular.
Esguinces: Distensión o ruptura de los ligamentos articulares.
Fracturas: Pérdida de la continuidad ósea.
Degenerativas
Osteoporosis: Disminución de la densidad de la matriz ósea, caracterizada por debilidad estructural del hueso; principalmente a causa del agrandamiento del espacio medular y a la reducción del grosor cortical. A nivel ocupacional se relaciona con las vibraciones.
Otra clasificación de los TTA es en relación con la zona del cuerpo a la que afecta, siendo las zonas más comunes de su incidencia la mano, muñeca, brazo, codo, cuello y hombro, es la siguiente:
Traumatismos acumulativos específicos en hombros y cuello
Tendinitis del manguito de rotadores: el manguito de rotadores lo forman cuatro tendones que se unen en la articulación del hombro. Los trastornos aparecen en trabajos donde los codos deben estar en posición elevada.
Síndrome de la salida torácica o costoclavicular: aparece por la compresión de los nervios y los vasos sanguíneos que hay entre el cuello y el hombro. Puede originarse por movimientos de alcance repetidos por encima del hombro (por ejemplo, en los yesistas o escayolistas).
Síndrome cervical por tensión: se origina por tensiones repetidas del músculo elevador de la escápula y del grupo de fibras musculares del trapecio en la zona del cuello. Aparece al realizar trabajos por encima del nivel de la cabeza repetida o sostenida mente, cuando el cuello se mantiene doblado hacia delante, o al transportar objetos pesados.
Tratamiento
El tratamiento de este tipo de lesiones dependerá del grado de afectación, de la localización, del tipo y del tiempo de evolución de las lesiones. Dado que estas se producen debido a situaciones externas evitables, es importante incidir en la prevención como principal medida para el abordaje de estas lesiones.
Una vez establecidas, de manera general, el tratamiento se basa en medidas físicas, como el reposo, el aprendizaje de posturas y técnicas de trabajo que minimicen el daño, la aplicación de frío en un primer momento y después de calor local; medidas farmacológicas, como la aplicación tópica o sistémica de antiinflamatorios, y en algunos casos, de medidas quirúrgicas.
Prevención, como puede ayudar la ergonomía como estrategia preventiva:
En primer lugar reducir la exposición a factores de riesgo específico; es la forma más efectiva de prevención y se realiza mediante la corrección del puesto del trabajador, las herramientas y la organización del trabajo.