El Parque Nacional Los Alerces está ubicado en el noroeste de la provincia de Chubut, en la región cordillerana, sobre la frontera con Chile.
Son innumerables los aspectos que hacen del Parque Nacional “Los Alerces” un ecosistema realmente destacado. Con sus 263.000 hectáreas de lagos, ríos, arroyos, cascadas y montañas pertenecientes a la ecorregión de Bosques Patagónicos, alberga uno de los cuatro únicos bosques de alerces del mundo. Precisamente, la protección de éstos motivó su creación en el año 1937. El nombre del Parque deriva de esta especie, también conocido por su nombre nativo “lahuán”, un árbol de gran belleza y longevidad.
En la región predomina el clima húmedo templado–frío. La Cordillera de los Andes permite que los vientos del oeste, cargados de humedad, generen abundantes precipitaciones pluviales y nivales, predominantemente en invierno. Las heladas son frecuentes, pero las condiciones que genera el relieve montañoso derivan en microclimas con bolsones “cálidos”.
Este Alerzal lo constituyen árboles que pueden vivir varios miles de años y se encuentran entre los más antiguos del planeta. Su tasa de crecimiento es muy lenta. Llegan a medir más de veinte metros de altura y su madera, de gran dureza y resistencia a la putrefacción lo ha hecho muy apto para el uso en la construcción. Lamentablemente, la tala indiscriminada, puso en peligro a la especie.
Otras especies típicas del bosque andino-patagónico son las lengas, coihues, ñires, arrayanes, y flores de variadas especies como las mutisias.
Un hecho preocupante son los incendios estivales, a veces intencionales, poniendo en peligro la enorme riqueza biológica que contiene el Parque al consumir miles de hectáreas de bosque nativo.
Su fauna es autóctona de la Patagonia: comprende pumas, comadrejitas, zorros grises, el pudu-pudu (ciervo diminuto) y el huemul (especie protegida como Monumento Natural), aves acuáticas como patos espejo, garzas brujas, carpinteros de cabeza roja, los zorzales patagónico y peces como truchas y pejerrey patagónico.
El primer punto estratégico en la recorrida por el Parque es Villa Futalaufquen, ubicada a 50 kilómetros de Esquel. Concentra servicios relacionados al abastecimiento, asistencia médica, reparaciones de vehículos, comunicaciones y estaciones de servicios. La Villa con su estilo de construcción en piedra y madera y sus amplios jardines da una belleza particular a viviendas, edificios administrativos y capilla de montaña.
Este Parque con sus muchas opciones de sendas de trekking es uno de los cinco Parques Nacionales que conforman la Huella Andina, brindando un senderismo o trekking de variada dificultad.
En el centro de informes se puede conocer sobre el estado y disponibilidad de las sendas dependiendo de cada temporada.
Dentro de las Sendas Zona Centro, encontramos atractivos tales como: Pinturas Rupestres, Puerto Limonao, Cerro El Dedal, Arroyo Cascada, Laguna Larga, Cascada Irigoyen, Cinco Saltos, Lago Krugger, Cerro La Torta.
En senderos de la Zona Norte: el Río Rivadavia, Viejo Lahuán, Mirador Lago Verde, Menéndez y Futalaufquen y en la ascensión del Río Arrayanes, la Laguna Escondida.
Para conocer el Alerzal Milenario se parte de Puerto Chucao en excursión lacustre. Se atraviesa la Selva Valdiviana y al llegar al Lago Cisne se camina entre los majestuosos alerces, entre ellos El Abuelo de más de 2.600 años de edad.
Cuenta con campamentos organizados, agrestes, áreas de acampe libre, cabañas, hosterías, 1 refugio, proveedurías y kioscos. Las ciudades de Esquel y Trevelin (a 26 km), ofrecen todos los servicios turísticos.
Accesibilidad: Esquel recibe tres vuelos semanales desde Buenos Aires y ómnibus desde todos los puntos del país. Se puede llegar al Parque en auto por la RP71.Hay un ómnibus diario, que toca Villa Futalaufquen y los puntos de interés situados en la RP71.
El derecho de acceso tiene una tarifa general de $250 y bonificaciones para niños, estudiantes. Residentes locales, jubilados y discapacitados tienen entrada libre.
Datos de Contacto: Intendencia Parque Nacional Los Alerces, Villa Futalaufquen, Chubut. Teléfono: (02945) 471015. E-mail: [email protected]
A fin de cuidar el Parque y la naturaleza, para que la visita cause el menor impacto, se deben tener en cuenta recomendaciones como registrarse en el Centro de Informes por seguridad, consultar al guardaparque sobre las posibles actividades a realizar. En invierno verificar estado de los caminos antes de partir, conducir con precaución, usar cubiertas para nieve, llevar cadenas, ropa extra, agua caliente, alimentos. Evitar embestir o atropellar la fauna local, no cazar. Acampar solo en zonas autorizadas, no hacer zanjas, no cortar ramas o juntar leña. No salir de los senderos habilitados. No dejar residuos.
Un turismo responsable implica un viajero consciente que quiere disfrutar plenamente su viaje, pero sin dejar una huella negativa por los lugares que visita. Las administraciones públicas locales, provinciales y nacionales y las empresas turísticas también deben adoptar prácticas que minimicen impactos negativos del turismo y maximicen los positivos. Toda actividad humana tiene un impacto sobre el medio ambiente natural y el entorno cultural y social en el que se desenvuelve. Al viajar a un paraje turístico estamos ingresando en una comunidad, utilizando sus recursos, generando residuos, consumiendo, transitando e interactuando con la población local.
Se debería buscar, como plantea el turismo sustentable, minimizar el impacto sociocultural a la vez que proveer beneficios económicos a las comunidades locales. Está en nosotros demandar servicios, prestaciones de empresas y autoridades que cumplan con un turismo responsable.
El Parque Nacional Los Alerces está postulado ante la UNESCO para ser declarado Sitio Patrimonio Mundial Natural. Las consideraciones se basan en la belleza natural del lugar y las características propias de los alerces, que resulta necesario conservar y que conforman un ejemplo singular de procesos ecológicos de evolución en una comunidad de plantas milenarias.
