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Consecuencias de la Ketamina

 

Es una droga disociativa con potencial alucinógeno, derivada de la fenciclidina, utilizada original y actualmente en medicina por sus propiedades sedantes, analgésicas y sobre todo, anestésicas, es utilizada en humanos y también en medicina veterinaria.

Dentro de sus principales efectos secundarios se encuentran las alucinaciones, elevación de la presión sanguínea y aumento de las secreciones en las vías respiratorias. Además produce broncodilatación. Se utiliza principalmente para la inducción y mantenimiento de la anestesia general, usualmente en combinación con un sedante.

Esta droga actúa sobre el sistema nervioso como una sustancia de características depresoras.

Conocida también como droga Kit-kat, es consumida también de manera recreativa debido a sus potentes efectos alucinógenos, los cuales se caracterizan por provocar cuadros disociativos en los que los individuos perciben que su mente se separa de su cuerpo e incluso que son capaces de observar su cuerpo desde el exterior, tal y como ocurre con algunas experiencias cercanas a la muerte.

 

La ketamina se vende en forma de polvo o líquido. En polvo puede ser inhalado por la nariz, inyectado o consumido por vía oral. El humo tiene un sabor amargo característico, pero los efectos son mucho más precoces en comparación con los otros métodos de consumo, sin embargo los efectos se disipan rápidamente. La ketamina normalmente se inyecta en la pierna. La aparición de los efectos al administrarlo mediante inyección intramuscular es de aproximadamente un minuto. Los usuarios más avezados usan la vía intramuscular como método primario de consumo debido a que de esta forma, se salta el paso hepático, incrementando la eficacia de la dosis.

Por vía oral se requieren dosis mucho más altas, a pesar de que el efecto dura más. Sin embargo, cuando la ketamina es administrada de esta forma, el organismo rápidamente la metaboliza a norketamina, la cual posee efectos sedantes. Esta vía de administración no suele provocar el mismo estado disociativo que se produce en las otras vías de administración, a menos que se usen grandes dosis

 

A corto plazo

 

Los efectos adversos a corto plazo incluyen:

A largo plazo

Los efectos a largo plazo incluyen:

 

El uso crónico de ketamina puede conducir a deterioro cognitivo, incluyendo problemas de memoria. En 1989, un profesor de psiquiatría  reportó que el uso de ketamina producía cambios irreversibles en dos pequeñas áreas del cerebro de las ratas, lo cual posteriormente se vio tenía una gran diferencia a lo ocurrido en el ser humano. Debido a que en el cerebro humano se metabolizaba la ketamina de una manera distinta (hepático) no se producía el daño que sí apareció en las ratas de experimentación.

El primero y más grande estudio longitudinal de usuarios de ketamina encontró que en pacientes que consumían grandes dosis de ketamina tenían deterioro mental, principalmente a nivel de la memoria, afectando la memoria verbal, a corto plazo y memoria visual. Sin embargo, el consumo ocasional (1 a 2 veces por mes) no produjo diferencias entre el grupo control y el grupo caso.

En abril de 2014 un estudio de unos científicos de la Universidad de Oxford desvela que en dosis bajas puede contrarrestar la depresión  severa.