27 diciembre, 2024

Cárceles en argentina

En la Argentina hay más de 250 cárceles, en las que se aloja a alrededor de 69.000 presos. De ese total, 10.424 están distribuidos en las 34 prisiones federales, mientras que los 55 penales bonaerenses alojan a unos 31.200 presos, según la última publicación del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP, 2014). El resto de la población penitenciaria está detenida en cárceles que dependen de las distintas provincias. Un 96% de los detenidos son hombres y apenas el 4 por ciento restante son mujeres. En cuanto a la nacionalidad, sólo el 6% son extranjeros, en su mayoría provenientes de países limítrofes y Perú.
Del total de las personas detenidas en la Argentina, un 51% están procesadas, mientras que sólo el 48% tienen condena firme. El Servicio Penitenciario Federal (SPF) cuenta con 9759 agentes, según el SNEEP, de los cuales 7118 son hombres y el resto mujeres. En tanto, en el Servicio Penitenciario Bonaerense trabajan 19.422 agentes penitenciarios. ¿Cómo es la seguridad en las prisiones argentinas? Aunque sólo trascienden las fugas y evasiones más «mediáticas», son moneda corriente en muchos penales y comisarías.
En las cárceles bonaerenses, según fuentes del Ministerio de Justicia provincial, hubo 10 fugas en 2011. Ese mismo año hubo 73 evasiones del programa Casas por Cárceles, mientras que unos 127 detenidos no regresaron de salidas transitorias. En tanto, en los penales de régimen semiabierto hubo 22 evasiones. n 2012 en la provincia hubo 17 fugas, 72 evasiones del programa Casas por Cárceles, y 211 personas que no regresaron de las salidas transitorias. En penales de régimen semiabierto hubo 36 evasiones.
Desde 2013 hasta la actualidad, según las fuentes, se fugaron 1198 presos de alcaidías y cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense. De ese total, 27 fueron fugas de cárceles de alta seguridad. En tanto unos 366 presos escaparon de penales de régimen semiabierto y unos 805 detenidos no regresaron a prisión tras participar de alguna actividad extra muro con permiso, como una salida transitoria. Por otra parte, en las cárceles que dependen del Servicio Penitenciario Federal, entre 2010 y 2013 (últimos datos disponibles) hubo 39 fugas y 32 evasiones.

Alimentación
Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela) sostienen que:
Todo recluso recibirá de la administración del establecimiento penitenciario, a las horas acostumbradas, una alimentación de buena calidad, bien preparada y servida, cuyo valor nutritivo sea suficiente para el mantenimiento de su salud y de sus fuerzas.
Todo recluso tendrá la posibilidad de proveerse de agua potable cuando la necesite.
«La alimentación de los internos debería ser adecuada, según clima, edad, actividades, cantidad de calorías. Debe ser variada e incluir alimentos frescos, frutas y verduras»,
¿Cuál es la razón por la que se supone que una persona privada de la libertad debería tener una alimentación diferente a una persona que no se encuentra privada de la libertad?» «Quizá sea por ello que la mayoría de tratados y reglamentos se limitan a decir que el Estado debe garantizar una alimentación sana y adecuada?»,
Muerte en prisión :
En el mismo período, en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF), donde hay unos 10.000 reclusos, murieron 272, el 46,3% en forma violenta. Son consideradas muertes violentas, según explica la PPN, a «aquellas que resultan consecuencia de un homicidio, suicidio, accidente, o la causa que la ha provocado resulta dudosa de determinar, pero siempre traumática».
En cambio se clasifica como muertes no violentas a las que se producen «por enfermedad, son súbitas o cuya causa aún resulta dudoso determinar, pero siempre no traumática».
Sobrepoblación
La cantidad de personas detenidas en cárceles argentinas ha ido aumentando en los últimos años. Organismos de Derechos Humanos denunciaron en reiteradas oportunidades que esto produce condiciones de hacinamiento en los penales.
La tasa de encarcelamiento en el país pasó de 91 personas detenidas cada 100.000 habitantes en 1997, a 161,8 en 2014 (última información oficial disponible).
Según el informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP 2014), publicado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el 48% de los presos de todo el país (unos 32.900) no participa de ningún programa educativo dentro de las cárceles. En los penales que dependen del Servicio Penitenciario Federal, ese porcentaje es de apenas el 14% (unos 1300 presos).
Educación
Según el informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP 2014), publicado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el 48% de los presos de todo el país (unos 32.900) no participa de ningún programa educativo dentro de las cárceles. En los penales que dependen del Servicio Penitenciario Federal, ese porcentaje es de apenas el 14% (unos 1300 presos).

Trabajo

En el penal de Ezeiza, algunos detenidos trabajan en la imprenta.
La ley de ejecución de la pena privativa de la libertad (24.660) establece el derecho de todos los presos a trabajar y sostiene que las actividades tendrán «como finalidad primordial la generación de hábitos laborales, la capacitación y la creatividad». Además, determina que no se obligará a ningún interno a trabajar, aunque «su negativa injustificada será considerada falta media e incidirá desfavorablemente en el concepto».
Estas son solo algunas estadísticas y trabajo de investigación de nuestras cárceles El sistema carcelario argentino se fue desarrollando como una extensión del aparato represivo del Estado a lo largo de las diferentes dictaduras militares.

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