Desde los 14 años, preocupa más el trabajo que el estudio, esta es la principal inquietud al pensar en el futuro, Lo afirma un revelamiento entre adolescentes y adultos jóvenes. Según los especialistas, es porque la secundaria no da una orientación clara y concisa. Debido a la escasa oferta de trabajo los jóvenes se preocupan más por una incorporación rápida al mercado laboral que por finalizar los estudios.
El trabajo en primer lugar, y después el estudio. Mucho más que todo lo que se supone que un chico o una chica adolescente puede
Una primera conclusión es que el futuro les preocupa bastante o mucho al 72 % de los jóvenes de todas las edades. En la discriminación por edad, el futuro preocupa al 73 % de los que tienen entre 14 y 18 años.
Pero al 37% de los adolescentes de entre 14 y 18 el “tema trabajo” es lo que más les ronda por la cabeza. En esta franja, las cuestiones de estudio aparecen en segundo lugar, con el 31 %. Es decir, poder estudiar una carrera universitaria, sostenerla en el tiempo y recibirse también resulta fundamental para muchos adolescentes, aunque en menor medida.
Se cree que la causa de estas reacciones es que los chicos fueron influenciados en gran medida con las experiencias de crisis de empleo de sus padres y que no quieren repetir. De todos modos, la encuesta no refleja la idea de abandonar por completo los estudios ya que La preocupación de estos jóvenes también es qué hay que estudiar para tener más probabilidades de un mejor trabajo, en toda elección profesional eso se combina”, el estudio revelo que a más del 70% de los encuestados, lo que más les preocupa es la economía y cuál va a ser su primer empleo, como se van a mantener es lo que está en la cabeza de estos chicos.
El método utilizado para la obtención de información fueron las técnicas cuantitativas ya que se valió de recursos tales como la investigación por encuestas, la observación directa y objetiva, los datos generados nos brindan una gran posibilidad de réplica y un enfoque sobre puntos específicos, además de que nos ofrece la posibilidad de generalizar los resultados más ampliamente.
Se puede agregar que el artículo tiene un alcance descriptivo, ya que presenta información detallada respecto a un problema actual de nuestra sociedad, intenta describir sus dimensiones con precisión.
Como conclusión podemos destacar que la juventud no está perdida, está atada a la coyuntura global de consumo, que compensa simbólicamente la falta de certezas del presente y el futuro”