ERGONOMÍA PARA CONDUCTORES
El respaldo del asiento del coche brinda apoyo a la espalda, el cuello y la cabeza mientras se conduce o se sienta. El mismo debe estar diseñado para proporcionar una postura correcta de toda la columna vertebral, el asiento del coche debe brindar soporte a la espalda, el mejor apoyo posible a la cabeza, cuello, espalda alta y baja de la espalda para reducir la fatiga del conductor, aliviar las condiciones dolorosas relacionadas con la postura y ayudar a prevenir un tipo de latigazo cervical lesión en el cuello.
1) El apoyo lumbar proporciona un mayor confort al reducir el dolor de espalda y fatiga
2) Los apoyos laterales cuna de la zona de los riñones que proporciona estabilidad lateral
3) ¡Nuevo! construido en el ajuste de altura para un ajuste perfecto
4) Apoyo Auto Head «Resto del cuello ayuda a prevenir el latigazo cervical
5) sistema de fijación único y sencillo
Este tipo de respaldo reduce dolor de espalda y cuello mediante la reducción de la fatiga se encuentran comúnmente cuando se está sentado durante períodos prolongados. La parte ergonómica apoya la cuna en las áreas del riñón de manera cómoda y proporciona apoyo lateral espinal. Un sistema de correa sencilla permite una fácil fijación a cualquier asiento único o una silla.
La higiene postural resulta fundamental para prevenir molestias indeseadas y lesiones a causa de la mala posición repetida en acciones cotidianas.
Por eso, al conducir un vehículo también debemos cuidar nuestra postura para protegernos ante potenciales dolores.
La tensión que uno siente al conducir es, por lo general, causante de algunas molestias, sobre todo en la zona del cuello. Sin embargo, si procuramos seguir los siguientes consejos para cuidar la postura al conducir, podemos prevenir lesiones y dolores como consecuencia de la posición al volante.
El asiento debe estar situado aproximadamente a unos 30 cm del piso del auto, de manera de favorecer la correcta posición de las piernas. Además, debe tener una inclinación hacia atrás de entre 15 y 25 grados, de manera que entre el muslo y la cadera se presente un ángulo de 110 a 120 grados.
La distancia al volante también debe tenerse en cuenta, de manera que las piernas queden flexionadas formando un arco de 135 grados aproximadamente.
Los brazos deben ir cómodamente al volante, ni muy estirados ni muy contraídos, y permitir que los hombros siempre reposen sobre el respaldar.
El reposacabezas debe situar su punto medio a la altura de las orejas, de manera que el punto central de la cabeza apoye sobre este. Además, nunca debe quedar la parte superior del mismo por debajo de la parte más alta de la cabeza, pues esta puede irse para atrás, aunque si puede quedar más alto que la misma.
El cinturón mal ubicado no sólo no protege, sino que puede provocar rozaduras y lastimarnos. Por eso, coloca la correa superior del mismo entre el pecho y la clavícula, no debe pasar por el cuello ni tampoco muy por debajo de éste.
La cola debe quedar apoyada por completo sobre el respaldo del asiento, al igual que la espalda, para evitar tensión sobre la musculatura de la zona que puede provocar dolor y contracturas.
Sin duda, estar relajados mientras conducimos un vehículo no es tarea fácil, pero si procuramos adoptar una buena postura, el riesgo de sufrir malestar o daños a causa de una mala posición se reduce notablemente.
Por ello, ten en cuenta los consejos antes dichos para prevenir una mala postura al volante.
La ergonomía en tres niveles
La conducción de un coche, aunque sea una actividad muy usual, requiere compromiso por parte de quien lleva el volante. Esta persona es responsable del manejo de una máquina y, si viaja acompañada, también lo es de los ocupantes del vehículo. Por eso, su comodidad ha de prevalecer.
Esta comodidad es lo que se define como ergonomía o soluciones ergonómicas y puede dividirse en tres niveles.
-El primero ofrece soluciones para el pilotaje directo, como el equilibrio en la colocación del asiento, pedales y volante.
-El segundo se ocupa de ofrecer un acceso rápido y controlado a los instrumentos de navegación, como los interruptores de las luces, la regulación de espejos o los ajustes de la temperatura.
-El tercero procura intuición y sencillez en el manejo de otras funciones, ajenas a la conducción pero no al viaje, como la apertura y llenado del maletero o el uso del equipo de sonido. Con mayor o menor desarrollo, cada uno de los tres niveles funcionará si logra lo que busca, el confort y bienestar para garantizar un buen viaje.
El usuario debe ser también un agente activo de la ergonomía al volante. Poco puede hacer ante la distribución del habitáculo, pero sí está en su mano la elección del que mejor se adapte a su fisonomía. A pesar de que cada persona tiene un peso, una complexión, una altura y unos hábitos de conducción propios, los ingenieros y diseñadores que desarrollan los modelos se basan en estudios experimentales de datos antropométricos (medidas corporales) para universalizar los resultados y, aunque el automóvil es un producto fabricado en serie, el abanico de posibilidades de elección ha crecido en los últimos años.