Los Esteros del Ibera es un extenso humedal que abarca entre 15000 y 25000km² (aproximadamente) en la provincia de Corrientes, en el noroeste de la República Argentina. Geológicamente Los Esteros del Ibera se ubican en la depresión central de La Crespa, terrenos mas altos de los márgenes de los ríos Paraná y Uruguay, que constituye el centro de la Provincia de Corrientes. Su forma es una ancha llanura con una pendiente apenas superior a la de 1% que permite un lento desagüe con dirección hacia el noroeste-sudoeste. La escasa pendiente y la densidad botánica de los cuerpos de agua hacen que el drenaje del agua sea lento, el agua fluye lentamente hacia el sudoeste donde desagua en el río Corrientes y el Miriñay hacia las Cuencas del Paraná y Uruguay.
A lo largo de esta zona se pueden encontrar varias lagunas o esteros permanentes de diferentes extensiones, de las cuales la más amplias son la de Epónima Ibera y la laguna Luna, a pesar de que Los Esteros del Ibera se encuentren en una zona subtropical, el clima es tropical en su completa totalidad debido a la elevada humedad atmosférica que retiene el calor en este tipo de medio ambiente. El invierno es relativamente seco, con temperaturas mínimas que llegan hasta a 5°C y fuertes lloviznas en otoño y primavera, el verano también es muy caluroso y húmedo, con temperaturas que llegan (o inclusive superar) hasta las 50°C. La zona cuenta con una variación de flora y fauna, la flora de este lugar cuenta que una variabilidad de especies que se encuentran en amenaza para las cuales este hábitat es indispensable para esas especies, en entre ellas se encuentran: El ciervo de los pantanos, el venado de las Pampas, y el carpincho entre otros; así como también se puede encontrar una variedad de aves, tales como el pirincho. La flora incluye a la gran cantidad de camalotes y amapolas de agua, la vegetación acuática es frondosa y cubre extensas aéreas. El camalote es el género más extendido y conforma la base de los embalsados, junto con la amapola de agua. Sobre los embalsados se deposita tierras y semillas con lo que es suficiente para que crezcan especies de tierra firme, desde arbustos y árboles tales como el ceibo, laurel de río, entre otros. Hacia el sur la vegetación se transforma en pastizales y sabanas, donde aparecen densas arboledas de algarrobo y espinillo. La fauna de este lugar es prácticamente acuática, los de mayor soporte son, el ciervo de los pantanos y el venado de las Pampas. El primero se extiende por toda la región viviendo en los embalsados durante largas temporadas por lo cual es difícil de poder observarlo, el segundo (de menor tamaño) se encuentra en tierra firme. Ambas especies están consideradas en peligro y están inscriptas en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe de modo absoluto su caza y comercio, el Lobo de crin, el Lobito de río y el gato montés son difíciles de observar por sus hábitos tímidos, por el contrario, el Carpincho se puede observar fácilmente. Los reptiles, el yacaré negro y el yacaré overo superan los dos metros de longitud (en ocasiones), aunque los ejemplares de buen tamaño son escasos debido a la caza furtiva que se realizaba antes de la construcción del parque, de todas formas a amabas especies se las puede observar con facilidad. También se pueden observar varias especies de serpientes, las mas venenosas como la yarará o víbora de la cruz y serpiente coral o las mas inofensivas como la falsa yarará y la constrictora. De tortugas y lagartos el que mas se destaca es el lagarto Overo y se pueden encontrar muchos anfibios de todos los tamaños también. En cuanto al yaguareté, fue exterminado en 1960 en la provincia de Corrientes en donde sin embargo es calificado como emblemático, por ser calificado como «plaga», sin embargo en 2015 se realizo un plan de re-introducción de este felino, a partir de que los felinos se encuentran en cautiverio y cuyas crías se las volvería al estado silvestre de los Esteros del Ibera. La zona se destaca por su riqueza ornitológica, también se ha registrado alrededor de 300 especies de aves, en las cuales las más vulnerables son el Yetapá de collar, el Capuchino de collar, el Tordo amarillo, el Espartillero Pampeano, el Cardenal y el Espartillero enano. El día 15 de Abril de 1983, por ley provincial y gracias a los reclamos insistentes de la Administración de Parques Nacionales y la imposibilidad de concretar con el gobierno federal, la administración ecológica de la zona movieron al gobierno correntino a declarar la creación de la Reserva Natural del Ibera. La intención de este proyecto era la de la conservación y recuperación de las especies nativas eliminando las exóticas con el desarrollo turístico de la región, se acordó las tareas de conservación, su reglamento, y el apoyo financiero y la dotación del personal para estas tareas. Aun así con todo el esfuerzo realizado, sobre todo para combatir la caza furtiva y restaurar de apoco el estado del equilibrio del sistema, se vio seriamente afectado por la situación económica de la Argentina entre las dos décadas transcurridas (1980, 1983), aun así la recuperación ha sido notable y la conservación de muchas especies se encuentran garantizadas.
Hay diferentes lugares en donde se pueden hospedar, estancias, hoteles, lo que más se recomienda es saber elegir el lugar donde se van a quedar ya que en todos los lugares se ofrecen diferentes actividades para realizar. El lugar que más se recomienda para hospedarse se llama Centro de Interpretación de Los Esteros del Ibera- Colonia Pellegrini, este lugar se encuentra a orillas de la laguna Ibera, la segunda más grande de los Esteros del Ibera.