La compra en los supermercados mayoristas, ya no es solo una cuestión de comodidad para revendedores de mercados y almacenes. En momentos de crisis, varios sectores de la sociedad descubrieron forzosamente las virtudes de las compras inteligentes en supermercados mayoristas para fomentar los hábitos del ahorro. Antes era una cuestión solo de la clase media, pero esta modalidad se incremento, incorporándose también a la clase media alta, que incorporó este habito no solo para momentos de crisis, sino que para su vida cotidiana. Es algo muy similar a lo que sucedió en su momento con los outlets.
Varios expertos analizaron los puntos de venta a los que concurre mas gente, y pudieron percibir el incremento de compras mayoristas para abastecerse de alimentos, productos de limpieza, higiene personal y artículos de primera necesidad. Expresan que la incertidumbre que invade a muchos argentinos los lleva a incorporar patrones que, difícilmente, luego abandonan. El contexto económico, el temor a perder el empleo y las subas de tarifas dieron lugar a un consumidor más racional, al que ya no le incomoda ni lo avergüenza ser visto por sus pares como un «busca precios». La modalidad ahora es no tentarse e ir a supermercado cuando hay una megapromo.
Este nuevo grupo es conocido como «compradores inteligentes», recrean los viejos preceptos de ahorro conjuntamente con las promos y cuotas. Se planifica cada vez mas y según cifras de diferentes consultoras el canal mayorista habría crecido un 20% desde el año pasado.
Para que los argentinos se volcaran tan decididamente hacia el canal mayorista se combinaron dos factores: la caída del poder adquisitivo de los consumidores y la adaptación de los establecimientos que ahora permiten compras por unidad o en pequeñas cantidades a precios igualmente bajos.
De acuerdo con Kantar WorldPanel, la facturación de los establecimientos mayoristas a los consumidores finales se duplicó en apenas dos años.
Según esta consultora, ya les arrebataron más de 300.000 clientes a las grandes cadenas de supermercados, tras la agresiva política de precios que impulsaron. Al analizar los números de Kantar WP, se observa que el mayorista es, inclusive, el canal elegido por los segmentos de ingresos altos y medios. Incluso, por sobre los discounts o supermercados de cercanía: 9,1 vs. 7,9% respectivamente.
Aunque al argentino le gusta la experiencia de compra, cuando encuentra la conveniencia en un canal no duda en volver. Esto es, precisamente, lo que está ocurriendo con el mayorista.
«Esta tendencia es ascendente y muchos hasta van más de una vez al mes.»
Desde Nielsen también resaltan que el canal mayorista se consolida como alternativa de los hogares.
«El consumidor logra ahorros de 20% o más en comparación con lo que debe abonar en un supermercado. Eso le resta fidelidad hacia el canal tradicional y lo hace más propenso a ir a este tipo de espacios», indican.
Hay otro factor que juega en favor de los mayoristas: el ahorro en tiempo que significa adquirir por «bulto».
En 2016 se acentuó la concurrencia a este tipo de establecimientos, que respondieron adaptando sus superficies y sus estrategias comerciales para capitalizar la afluencia de los compradores.
Avanzamos ante una nueva base de consumo y frente a un perfil de consumidor más racional, que disfruta de sus «compras inteligentes» y que ahora no teme por arrastrar un carro gigante en el mayorista.
Vos qué tipo de consumidor sos?