En Argentina en los últimos años, el Turismo ha ido tomando relevancia, al punto de ser considerado una política de Estado. Se ha convertido incluso en una de las principales fuentes de ingresos, impulsando el desarrollo e incentivando, de esta manera, el crecimiento económico.
Con un vasto territorio, que abarca desde la más imponente Cordillera, hasta los más conocidos valles y quebradas, pasando por increíbles paisajes (glaciares, lagos, etc) y maravillas naturales (Cataratas del Iguazú), nuestro país recibe aproximadamente 5 millones de turistas al año. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), Argentina, es el segundo país más visitado de Sudamérica. No obstante, no ha sido hasta el año 2005, que se ha tomado como objetivo dentro de un plan de desarrollo económico del Estado, viéndose esto plasmado en el Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable, propuesto por la Secretaria de Turismo de la Nación.
Gracias a este auge del Turismo masivo y a la utilización de éste como política de Estado, existe hoy en día una diversificación de la práctica turística, que incluyen nuevas modalidades y productos, que devienen en una mayor capacidad de generar empleo, atraer divisas internacionales y así contribuir al desarrollo socio-económico del país.
Podemos concluir entonces en que el turismo receptivo en la Argentina sigue mostrando un crecimiento sostenido. Este trabajo, se inscribe en una política de Estado que ha posibilitado consolidar al sector como un actor estratégico y motor de la economía. A esto se suman las acciones de promoción realizadas en mercados tradicionales y emergentes en el exterior que posicionan a nuestro país como destino turístico de primer nivel internacional.
