El quinto éxito consecutivo de River se vivió ayer por la tarde en el barrio porteño de Núñez ante cientos de hinchas eufóricos y un Quilmes cada vez más cerca del descenso.
A pesar de un primer tiempo impreciso y con complicaciones de campo – por la intensa lluvia que se produjo antes y durante el partido – River pudo mantener limpio el marcador.
La desconcentrada defensa permitió a Quilmes tener las primeras aproximaciones del partido, sin embargo, interesantes jugadas de Fernandez y Rojas empezaron a dar un nueva cara al equipo millonario.
Las dos más claras estuvieron en mano del «Pity» Martínez y Fernandez con un tiro libre que se fue apenas afuera y dos remates de media distancia de Fernandez.
El segundo tiempo encontró al equipo de Gallardo más ambicioso. La incorporación de Moreira por el sector derecho fue crucial en el desarrollo del resto del partido.
26 minutos habían pasado del segundo tiempo cuando, Rodrigo Mora, le robó la pelota a Orihuela y tiró un centro pasado para Sebastián Driussi quien la bajó de cabeza a Lucas Alario. Empujó, Alario la pelota dentro del arco para desatar euforia en el Monumental.
En los últimos minutos de partido, Driussi encabezó una contra en la puerta del área propia y continuó Mora una vez pasada la mitad de la cancha. El pase a Alario definió el 2-0 con el que terminó el partido.
La ilusión de una nueva Libertadores cada vez más cerca…
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