Sabiendo que el fuego es consecuencia del calor y la luz que se produce durante las reacciones químicas, a esta combustión se la tiene que prevenir de distintas maneras, ya que hay distintos tipos de fuegos, Tipo A, son los fuegos que involucran a los materiales orgánicos sólidos, en los que puedan formarse brasas, por ejemplo papel, madera, plásticos etc. Tipo B, son los fuegos que involucran a líquidos y sólidos fácilmente fundidos, por ejemplo el etano, metano, los combustibles, la cera de parafina, etc. Tipo C, son los fuegos que involucran a los equipos eléctricos energizados, tales como los electrodomésticos, los interruptores, cajas de fusibles y las herramientas eléctricas. Tipo D, involucra a ciertos metales combustibles, tales como el magnesio, el titanio, el potasio y el sodio. Estos metales arden a altas temperaturas y exhalan suficiente oxigeno como para mantener la combustión, pueden reaccionar violentamente con el agua u otros químicos, y deben ser manejados con mucho cuidado. Para llevar a cabo la prevención de estos distintos tipos de fuego, tenemos que tener conocimientos para usar correctamente la extinción de mismo, usando los equipos de combate de incendios adecuados a cual corresponda y teniendo conocimiento a los primeros auxilios a realizar como también el plano de emergencia. Un plan de evacuación debe tener información sobre la evacuación del edificio, incluyendo quien esta encargado de la evacuación del mismo. Las rutas de escape primarias y secundarias deben estar indicadas para cada área del edificio, debido a que las escaleras constituyen la ruta de escape de escape principal en muchos edificios de varios pisos. Las personas designadas como lideres en caso de emergencia deben tener responsabilidades especificas, tales como verificar que todos los trabajadores hayan sido evacuados. Todos los trabajadores que necesites asistencia durante un fuego, deben ser identificados durante la etapa de planificación.