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RESIDUOS PELIGROSOS

Residuos Peligrosos

RESIDUOS PELIGROSOS

Residuo peligroso: es todo material sólido, pastoso o líquido así como gaseoso contenido en recipientes, que siendo el resultado de un proceso de producción, transformación, utilización o consumo, se destine al abandono y contenga en su composición determinadas sustancias en cantidades o concentraciones tales que representen un riesgo para la salud humana, recursos naturales y medio ambiente.

Leyes que regulan el manejo de residuos peligrosos

 A nivel internacional
Aprobadas por Naciones Unidas en 1987, en el año 1989 se aprobó el Convenio de Basilea sobre el Control de movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación. El convenio consta de 29 artículos y 6 Anexos. La República Argentina forma parte de los países que firmaron dicho Convenio.

A nivel nacional
La generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición de residuos peligrosos en jurisdicción nacional quedan sujetas a las disposiciones de la Ley 24051 promulgada en 1992 y de su Decreto Reglamentario 831 del año 1993. Los residuos generados o ubicados en lugares sometidos a jurisdicción nacional o, aunque ubicados en territorio de una provincia estuviesen destinados al transporte fuera de ella o cuando a criterio de la autoridad de aplicación, dichos residuos pudieran afectar las personas o el ambiente más allá de la frontera de la provincia en que se hubiesen generado

 

Fuentes de residuos peligrosos

Son desechos peligrosos los que provienen de:

Clasificación de residuos peligrosos

Manejo y almacenaje de residuos peligrosos

Los primeros procesos parten de los generadores de residuos peligrosos, estos deben clasificar en forma primaria sus residuos para efectos de transporte y suministrar una Hoja de Datos de Seguridad.

Los receptores deben verificar que la carga puede ser clasificada o no como peligrosa, si no es peligrosa el tratamiento consiste en el vertido directo al contenedor señalado para tal efecto. El vertido en contenedores de residuos No peligrosos debe estar plenamente respaldado ante la auditoria de cualquier autoridad de salud y ambiente.

Los trabajadores que generan o manejan desperdicios peligrosos requieren capacitación sobre sus peligros y sobre el manejo seguro y apropiado de estos materiales. Esta capacitación debe cubrir los procedimientos para recolección, rotulado y almacenaje de los desperdicios peligrosos antes de que se transporten a su sitio de desecho o tratamiento final. Además, los trabajadores deben capacitarse en procedimientos de emergencia y respuesta a derrames accidentales de los materiales con los que trabajan. Los materiales peligrosos nunca se deben desechar tirándolos por un desagüe ni en recipientes de basura comunes. Se deben poner en recipientes compatibles apropiados que se puedan sellar herméticamente. Los recipientes compatibles aseguran que los desperdicios no reaccionen con los recipientes ni los corroan. Los recipientes no se deben llenar por completo, sino que se debe dejar un espacio arriba para la expansión de los desperdicios. Los recipientes sellados se deben rotular con el nombre y la clase de sustancia peligrosa que contienen y la fecha en que se generaron.

Los recipientes de desperdicios se deben almacenar de forma segura y protegerse contra ambientes extremos. Debe separarse y almacenarse en clases de sustancias peligrosas compatibles (inflamables, corrosivas, oxidantes, etc.) para evitar reacciones peligrosas si los desperdicios llegan a entrar en contacto. Los recipientes deben permanecer cerrados durante su almacenaje, excepto cuando sea necesario añadir o extraer desperdicios

No se deben apilar ni manejar de manera que pueda ocasionarse su falla. Las áreas de almacenaje para desperdicios peligrosos deben inspeccionarse al menos cada semana. Una contención secundaria puede prevenir derrames, pero si ocurre una fuga o derrame, los trabajadores deben seguir los procedimientos de respuesta de emergencia de su sitio de trabajo contra derrames.

Pilas y baterías

El funcionamiento de las pilas se basa en un conjunto de reacciones químicas que proporcionan una cierta cantidad de electricidad, que si bien es pequeña, permite el funcionamiento de pequeños motores o dispositivos electrónicos. Esta ventaja favorable de la autonomía, se contrapone a los efectos negativos de los compuestos químicos empleados en la reacción donde se produce la electricidad, ya que en su mayoría son metales pesados, que liberados al medio ambiente producen serios problemas de contaminación.

Origen de la contaminación por pilas

Las pilas desechadas son el origen del 93% del mercurio que se encuentra en la basura doméstica, así como del 47% del zinc, del 48% del cadmio y del 22% del níquel, entre otros elementos.

Las pilas sufren la corrosión de sus carcasas afectadas internamente por sus componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de fermentación de la basura, especialmente la materia orgánica que, al elevar su temperatura hasta los 70 °C, actúa como un reactor de la contaminación.

Cuando se produce el derrame de los electrolitios internos de las pilas, arrastra los metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo, contaminando toda forma de vida (asimilación vegetal y animal).