El turismo temático ha crecido enormemente en los últimos años. El artículo elegido, “El Castillo Más Monstruoso de Alemania”, es un ejemplo de una variedad muy exitosa del turismo temático: el turismo oscuro, basado en la explotación de sitios donde ocurrieron hechos horribles reales o relatados por grandes obras de la literatura y del cine de terror. Este artículo además destaca otros emprendimientos turísticos y de recuperación del patrimonio cultural asociados a dos grandes figuras de la literatura fantástica: el norteamericano Edgar Allan Poe y el argentino Horacio Quiroga.
El castillo de Frankenstein comparte su nombre con muchos otros sitios de Alemania, pero es especial por el mito sobre Conrad Dippel, alquimista nacido en el castillo en 1673 que afirmó haber creado el “elixir de la vida” y escribió sobre la posibilidad de transferir el alma de un cuerpo a otro con una manguera, un embudo y lubricante. Esa anécdota fue el germen de una de las obras más importantes de la literatura fantástica: Frankenstein. El rumor persistente es que la madrastra de Shelley, quien tradujo al inglés la obra de los hermanos Grimm, conoció por su intermedio la oscura historia de Dippel que inspiraría la famosa novela gótica.
Restaurado con estilo gótico-romántico a mediados del siglo XIX, el castillo es desde hace algunos años un sitio abierto al público, con un restaurante abierto de marzo a diciembre y además un festival anual de Halloween. Al celebrarse en 2016 el 200 aniversario de la publicación de la novela de Shelley, la historia de Frankenstein fue elegida como tema central del festival.
Edgar Allan Poe es uno de los grandes escritores nacidos en Estados Unidos. Integrante del movimiento Romántico norteamericano, es considerado por muchos el inventor de las historias cortas, de la novela de detectives y de la novela de misterio. Carente de educación formal, escribió poemas e hizo crítica literaria en diversos periódicos.
Poe vivió en varias casas, en especial en Filadelfia. En 1845 publicó el poema “El Cuervo” que fue un éxito de inmediato. En 1846 se mudó, junto con su esposa Virginia Clemm, a una cabaña de color blanco en el Bronx, Nueva York, donde escribió algunas de sus obras más célebres. Su esposa falleció de tuberculosis en 1847 y él falleció dos años después a los 40 años. Aún no se sabe cuál fue la causa de su muerte; el alcoholismo, el cólera, la tuberculosis o el suicidio.
Desde 1975, la casa es propiedad de la Sociedad Histórica del Bronx. Después de varios años de duras obras de restauración, hace poco tiempo se reabrió esta casa convertida en un museo. Se recreó la época con muebles antiguos y se rescataron la cama y una silla mecedora del escritor.
En Argentina, el padre de la literatura fantástica y de terror es Horacio Quiroga. El autor de “Cuentos de amor, de locura y de muerte” y “Cuentos de la selva” nació en Salta y vivió en Misiones.
La casa quinta de Salta, edificada a pedido de la madre de Quiroga, es ahora un museo, centro cultural y mausoleo del célebre autor. Allí se exponen sus obras literarias, sus pertenencias y un busto tallado en raíz de algarrobo por el escultor ruso Stefan Erzia.
En Misiones, se puede visitar una pequeña casa-museo que guarda parte de los muebles y objetos de Horacio Quiroga. Desde las Ruinas de San Ignacio, surge un camino angosto de tierra colorada y de selva a ambos lados que serpentea por todo el pueblo hasta llegar a la casa del escritor.
La casa original, incendiada hace unos años, fue reconstruida por un grupo de productores cinematográficos. A metros de esta casa reconstruida se encuentra una pequeña construcción, totalmente original, levantada por Quiroga con sus propias manos. Allí, el autor escribía y pasaba parte de su tiempo. Pueden verse su escritorio, su máquina de escribir y un catre para huéspedes. Sobresalen, además, su colección de mariposas disecadas y una víbora que él mismo cazó y cuereó. Entre los jardines, un laberinto de caña tacuara muestra al visitante distintos momentos de la vida del escritor.
Estos tres ejemplos muestran cómo la literatura genera en los lectores la necesidad de conocer la circunstancia del autor y de conectarse con el ambiente que devino en el acto creativo. Esta necesidad se traduce en emprendimientos turísticos temáticos que completan la experiencia estética del lector y ayudan a la conservación del patrimonio cultural.
Referencias:
http://www.bbc.com/travel/story/20161018-germanys-most-monstruous-castle
http://www.atlasobscura.com/places/castle-frankenstein
http://diariodeunturista.com/la-casa-museo-de-edgar-allan-poe-en-el-bronx-nueva-york/13196
https://www.welcomeargentina.com/san-ignacio/casa-horacio-quiroga.html
http://turismoensalto.com/blog/museo-horacio-quiroga