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LA SOCIOLOGÍA DEL ARTE

EL ARTE Y LA SOCIEDAD.

Para un sociólogo el arte  debe ser estético y tiene que partir de las estructuras institucionales. Por eso mismo tiene varias pautas que se siguen para poder decir que el arte esta de la mano con la sociología. Así  reconstruyéndose la imagen completa del artista al orden social, teniendo el conocimiento sociológico de la obra de arte. Comenzando esta investigación, de ninguna manera se analiza la obra en sí, sino que se centra toda la atención en la acción socio-artística. Como dijimos el sociólogo del arte no analiza, para él el arte se considera como un asunto intimo del pintor, que tiene poco valor de la realidad, la pintura tiene ese valor sociológico solo cuando se comprueba una expresión concreta y obtienen un aura, y así solo expresan ese “algo” que se puede comprender, produciendo un fenómeno social. Siendo examinada y verificada. El partidario de una escuela de pensamiento estéticofilosófica dice “que las artes es ese delicado estremecimiento del alma”, son acciones socio-artísticas, pero no se consideran aptas para investigar, sino que solo viven en el interior del autor, de una manera  no tangible.

El arte también se aprecia como una mercancía, donde se observa la compra y venta de la sociedad. Lo que le interesa a los sociólogos es el proceso social, lo que provoca la obra de arte, por eso mismo el público es muy importante en este campo, ¿porqué? Porque de este público, al recibirla, consumirla y reaccionar a ella, le provee al sociólogo importantes elementos de información desempeñada  por el medio social sobre la creación artística. La conducta individual del consumidor de arte, las modas artísticas, las motivaciones, la economía del arte, la política, la educación y el comportamiento, en fin tales son algunos de los problemas que interesan al sociólogo del arte cuando se ocupa del público artístico.

En ese sentido la salud es uno de los tesoros más preciados por la humanidad. La falta de ella significa una cierta invalidez parcial o completa, en ciertos casos más graves. Por lo tanto, todas las personas buscan mantenerse sanas. La competitividad, la indolencia, la agresividad y el egoísmo, nos lleva a un estilo de vida alejada de todos los principios normales de un ser humano, en sociedad, lo que repercute principalmente en ciertos trastornos psicológicos, dentro de los cuales los más comunes son el estrés y la depresión, casos que mal tratados, pueden llevar a la muerte. Pero también existe otro tipo de cuidado: el estético. Sobre éste es el que voy a profundizar, en relación a la sociología, ya que puede llevar a las personas a realizarse cirugías o tratamientos que en ciertos casos son peligrosos para el organismo.

Es por eso que elegí fusionarlo con una de las artistas más reconocidas del arte contemporáneo,  Nicola Costantino. Que se enfoca ampliamente en el cuerpo humano por dentro y por fuera, creando conciencia en la sociedad, marcando tendencia.

Costantino, como todos los artistas, dice tener una sensibilidad especial. Ella se define como “creadora de realidades que no son reales”. Podríamos llegar a la conclusión de que mucho tiene que ver con la actualidad y lo que la gente quiere o consume. Someternos a una cirugía estética para obtener una nariz más pequeña, o realizarnos una liposucción para vernos más delgados. Cada vez se nos exige más, disponemos de mejores herramientas para parecer más jóvenes o bellos.

En el caso de su obra Savon de Corps, un jabón con forma de figura femenina que dice contener el tres por ciento de grasa liposuccionada de la artista, se trató de una agresión auto infligida: la víctima del fascismo de la belleza es la misma Nicola. Su objetivo era auto-ridiculizarse. A este trabajo lo acompañó un corto fílmico que abría debate sobre lo estético y lo ético. Por eso diría que ética y estética se encuentran y se tocan por lo menos en un punto: lo que es verdaderamente bello no puede no ser ético, y lo que es realmente ético no puede no ser bello. Esta obra la produce con el fin de denunciar en cierta parte al consumismo, y con la idea de contraponer a los receptores a la vida y la muerte.

“En mi trabajo, el elemento político tiene mucha importancia porque siempre está presente algo que tiene que ver con este comportamiento social conflictivo”. Afirmó.

Nicola Costantino, siguió con la obra la Peletería humana a simple vista, son elegantes prendas de ropa que nos llevan a pensar en la moda de alta costura. Sin embargo, hay algo inquietante en cada una de ellas: el color y la textura imitan nuestra piel, el pelaje que corona el abrigo es de pelo humano; y si observamos los detalles, la obra termina de perturbarnos cuando descubrimos que los motivos que decoran la tela son diferentes partes íntimas de la anatomía femenina y masculina. La artista hace la tela en silicona y las partes íntimas son calcadas sobre un cuerpo real, procedimiento que permite otorgar una sensación de piel humana de verdad.

Para concluir luego de todo lo investigado y analizado sobre la artista y su relación con el cuidado de la estética,  puedo decir que desde el principio me llamó la atención cada una de sus obras y cómo llegó a ellas, pero a medida que me fui profundizando en el tema, mi fascinación por sus obras y trabajos realizados fue aumentando.  Analizando sus obras te das cuenta que ella quiere crear conciencia a la sociedad que la sigue, reflejando la importancia que tiene el cuerpo humano. No me costó para nada interpretar cada uno de sus pensamientos y opiniones sobre la vida y cada uno de sus proyectos. Rompiendo con el esquema de la obra clásica, y los paradigmas de la sociología, tenemos que abrir los ojos a grandes artistas, e involucrarlos a nuestras vidas. Porque son esos artistas revolucionarios y no un clásico retrato de lo que sociología quiere que veamos.

Autor: Rocío Mara