Por Lorenzoli Verónica (1º año Turismo y Hotelería – Metodología de la Investigación)
“La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo”
Eduardo Galeano
El caso de la Quebrada de Humahuaca
El 2 de julio del año 2003, la UNESCO declaró “Patrimonio de la Humanidad” a la Quebrada de Humahuaca. Las gestiones y postulación estuvieron a cargo de distintas áreas de la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno de Jujuy y la Cancillería de la Nación. Con la patrimonialización la preocupación por la preservación aparece como global, sin embargo, en la práctica el “patrimonio de la humanidad” es protegido y administrado por gobiernos municipales, provinciales o nacionales, y no por la comunidad internacional.
Problemas económicos y demanda de tierras.
Uno de los problemas centrales para los habitantes de la Quebrada de Humahuaca es la falta de ofertas laborales. En la región hay solamente un sector dinámico que actualmente puede generar puestos de trabajo: el turismo y sus actividades derivadas. Pero los beneficios económicos directos del turismo en la región no permanecen en el área sino que fluye al exterior. Una gran cantidad de viajes internos y un sector numeroso del turismo internacional hacen sus reservas de estadías en agencias que operan en las capitales provinciales o directamente desde Buenos Aires. Precisamente estos lugares son los que reciben gran parte de los ingresos económicos derivados de este turismo.
En la actualidad, es mucha la demanda de tierras y el aumento en la construcción, destinada a viviendas de particulares y al servicio hotelero y de restaurantes, y para obtener estos terrenos se obliga a las familias con menos recursos a vender sus antiguas propiedades a valores muy por debajo de los de mercado, a lo que se suman cesiones de tierras fiscales a personas vinculadas al poder político y/o económico local o regional. Todo esto se da en un marco de conflictividad social marcado por la superpoblación de algunos espacios, la ocupación de sitios de evidente riesgo geológico y/o de importancia arqueológica y las disputas por la propiedad de la tierra entre los antiguos pobladores, el Estado y los nuevos propietarios.
Opiniones de los pobladores sobre el patrimonio y el turismo en la Quebrada
Los pobladores de la Quebrada de Humahuaca han expresado en muchas oportunidades su opinión sobre la declaración de la Quebrada como patrimonio de la humanidad. A partir de entrevistas realizadas a habitantes estables de la Quebrada se pudo confirmar que estos no están de acuerdo con la Declaratoria, pues consideran que provoca cambios que son contrarios a los intereses y necesidades de los pobladores locales. Un ejemplo es lo que nos cuenta doña Ana (tilcareña de 70 años), ella señala como la plaza del pueblo que antes era el lugar de reunión obligado de todos los pueblerinos, en la actualidad es una plaza invadida por turistas y por puestos de artesanía estandarizada. Resalta que durante el verano tilcareño se colma durante todo el día y noche de turistas que:
“se emborrachan y drogan, rompen vidrieras y roban casas; hechos que primitivamente no acontecían”.
También hay quienes plantean que la Quebrada de Humahuaca merecía esta mención por sus atractivos naturales y culturales, pero ello no logro una protección y cuidado hacia aquello que fue patrimonializado. La responsabilidad varía: gobierno municipal, provincial y nacional, son culpados alternativamente. Varios vinculan a la Declaratoria como un negocio para los políticos.
Los distintos pobladores de la Quebrada de Humahuaca, enfatizan como aspectos negativos de la Declaratoria la falta de participación y planificación efectivas. Pero no solo los pobladores identifican estos nudos problemáticos, sino también funcionarios municipales, guías de turismo de la Quebrada y periodistas de otras regiones. Además estos aspectos trajeron aparejadas, según los relatos, consecuencias negativas entre las que se destacan la especulación inmobiliaria con la apropiación de tierras (por diferentes medios, no todos lícitos) y el deterioro ambiental. A fines del año 2007, en Tilcara y con la Iglesia local como referente, pobladores elevaron un Petitorio al Gobernador de la Provincia de Jujuy y realizaron marchas por el pueblo solicitando lo siguiente:
“El pueblo de Tilcara exige que sea retirado el título de Patrimonio de la Humanidad a la Quebrada de Humahuaca? […] tal declaración sólo causa perjuicios y manoseos a la calidad de nuestras vidas?. […] la falta de control y/o reglamentación, permite actos vandálicos que hieren a nuestros sentimientos […] Exigimos un Plan de Gestión en serio y eficaz, que sea consensuado con la comunidad, para terminar con los saqueos y otras situaciones que perjudican al pueblo originario de esta Quebrada de Humahuaca?” (Diario Pregón, 03 de agosto 2007).
Conclusión
Los terrenos de la Quebrada son ancestrales, tienen una historia, una identidad y hoy están siendo usurpados. Es por eso que sus habitantes alzan la voz ya que fueron víctimas de una mala planificación y promesas no cumplidas por parte de los funcionarios del gobierno. Esto ocurre porque al buscar nuevos consumidores para un destino «exótico» lo transforman y así se pierde su autenticidad y cultura, convirtiéndolo más que un Patrimonio en una marca-lugar lista para ser consumida. El camino que se debería seguir y proponen varios pobladores locales es el de la planificación conjunta, donde puedan desbrozar senderos en base a la participación y proyectar qué quieren y qué no quieren para el territorio.