Ruinas de Santa María La Mayor
Ubicadas sobre la RN 12 y también conocidas como Ruinas de la Candelaria. Su localización geográfica varía a lo largo del siglo XVII hasta la actual posición en la margen del rio Paraná, lugar donde se asentaron hacia 1665.
A lo largo de la historia jesuítica en nuestro país, acuerdos con el Paraguay, hicieron que la reducción de la candelaria pasara a manos de ese país. Luego, diversos panoramas políticos, religiosos, sociales y por sobre todo económicos hicieron posible que nuevamente la reducción estuviese bajo el área de influencia argentina.
Una vez establecidos los pueblos indígenas definitivamente en la actual ubicación, los padres jesuitas organizaron la reducción en torno a una economía de autoabastecimiento y complementarse con otras reducciones.
Para ese entonces, candelaria respondía administrativamente a la sede central en córdoba.
Ruinas de Santa Ana
A 45 kilómetros al norte de posadas y a 2km de la RN 12, se localizan las ruinas de la reducción de Santa Ana.
Originalmente fundada en Brasil en 1633 y arrasada por los bandeirantes (portugueses y mestizos que se dedicaban a cazar indios guaraníes para utilizarlos como esclavos en territorio brasileño) en diversas oportunidades.
Los padre jesuita Agustín Contreras y pedro romero fueron los encargados de salvar las vidas de más de 2000 aborígenes y con el paso de los años, hacia 1660, se establecieron en la actual Santa Ana a orillas del río Paraná, siendo la primer reducción en asentarse en sus costas.
La selva hizo estragos en estas construcciones, ya que durante mucho tiempo tapo y erosiono muchas de ellas. El comienzo del siglo XIX constituyo su final en manos de invasiones paraguayas que llevaron a sus habitantes al exterminio.
Esquema clásico de reducción
- Plaza: constituía el núcleo central de la reducción y su organización cívica y religiosa.
- Templo: con rasgos del periodo barroco y creada por el arquitecto hermano coadjutor José brasanelli, ha sido reconocida como una de las iglesias más elaboradas de las reducciones en misiones.
- Colegio o residencia: era el lugar de vivienda de los padres jesuitas.
- Cotyguazu: constituía el lugar donde se cobijaba a las viudas, los huérfanos y los desvalidos.
- Cementerio: con su capilla propia, estaba subdividido en sectores según el sexo del fallecido (hombre- mujer, niño- niña)
- Huerta: situada en torno a la iglesia y colegio, su producción era abundante con el objetivo de poder sustentar las necesidades de la reducción en su totalidad.
- Viviendas: el lugar de descanso de los indígenas guaraníes estaba constituido alrededor de la plaza y en hileras, constituyendo ´´manzanas´´
- Su riqueza histórica, religiosa y cultural hicieron posible que, desde 1984, sean consideradas patrimonio mundial por la UNESCO. Ruinas de Loreto Continuando camino por la RN12 y a unos 15km de distancia de la reducción Santa Ana, con rumbo norte, nos encontraremos con Loreto.Desde allí, un camino de tierra nos llevara directamente a la Reducción jesuítica.
Fue el padre Antonio Ruiz de Montoya quien la fundo en 1632 y después de numerosos traslados se afincó en el territorio de Loreto. En sus edificios funciono la primera prensa del territorio argentino, donde se imprimieron los libros más antiguos del virreinato, allá por el año 1700.
Con una totalidad de 75 has, su estructura organizativa era similar a las demás Reducciones: una plaza central, áreas de viviendas guaraníes, escuela, iglesia, huerta y cementerio. Hoy, apenas asoman los cimientos de algunas de las construcciones con las que se ha podido recrear la vida de los aborígenes en este lugar de la provincia de misiones.
Ruinas De SAN IGNACIO Mini
Ubicada a 50 km de posadas y por camino interno continuando 2.5km desde la RN12, se encuentra la localidad de san Ignacio que, dentro de su damero, posee las ruinas de la reducción jesuítica.
Data de 1610, construida por los padres catalino y maceta. Después de numerosos traslados se la distinguió con el nombre de San Ignacio Mini (que significa menor), para diferenciarla de San Ignacio Guazú (mayor).
El crecimiento de esta reducción fue tan notable, que llego a tener más de 3300 habitantes. Los jesuitas fueron expulsados de las misiones en el año 1768, los guaraníes se disgregaron y la reducción quedo prácticamente abandonada, hasta que a fines del siglo XIX se refundo como colonia agrícola, quedando estas ruinas inmersas en el trazado de la localidad.
Su estado de conservación es bastante bueno gracias a los numerosos trabajos de reconstrucción que se vienen realizando en el lugar, que han permitido perfilar las construcciones que están realizadas con grandes bloques de basalto cortadas con esmero y unidas sin argamasa de ningún tipo, como un gran rompecabezas.
En cada una de estas construcciones participaban miles de guaraníes, que dedicaban gran parte de su día al traslado de los bloques y la decoración de los mismos.
Durante las noches se realiza un importante espectáculo de luz y sonido que intenta explicar la riquísima relación que se llevó a cabo entre los padres jesuitas y los guaraníes. Esta reducción es considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO