La imagen es la construcción mental que se da en la mente del público, es gráfica y personal. La imagen se forma a partir de lo que vemos, escuchamos y olemos, es decir que utilizamos casi todos los sentidos a la hora de crear la imagen. Cada persona percibe distintas cosas y crea una imagen de diferente.
La imagen tiene que ver con cómo vestirse, pensando en un objetivo, dependiendo el momento, se tienen en cuenta los colores ya que cada uno transmite algo distinto, se debe saber cuál usar para poder transmitir lo que se quiere. Hay que tener en cuenta las diferentes texturas, cada una evoca sensaciones diferentes en los demás, las telas pesadas pueden hacerte lucir más profesional, y al contrario, telas con encajes o transparencias podrían proyectar una apariencia de poca seriedad y el tipo de cuerpo de cada uno, dos personas pueden utilizar el mismo pantalón y no lucirlo igual, hay que aprender a elegir las prendas que nos favorezcan. Esto se debe complementar con las maños, uñas, pelo y accesorios.
Para que el público tenga una buena imagen de uno se debe ser respetuoso, cortés, se deben tomar las cosas enserio y de vez en cuando, hay que creérsela un poco.
El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación, debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal. Utilizamos sólo el 7% en palabras y el 93% en lo corporal y los gestos. Al momento de crear una imagen instantánea en otra persona, es más importante lo que mostramos/decimos con el cuerpo, por ejemplo: la postura, los gestos faciales y la sonrisa.
Dentro de la imagen encontramos la “imagen personal” que es aquello que con las personas que interactuamos, van a construir sobre nosotros. Es nuestra carta de presentación más importante, la forma con que nos vamos a relacionar con todo el mundo. Tiene que ver con nuestra vestimenta, nuestra postura, nuestros movimientos, la mirada, la risa, el tono de voz, la cortesía, la educación, es decir, es un estilo de vida, una forma de ser y actuar. Cabe aclarar que cada persona tiene su propia imagen personal.
Según diversos estudios, contamos de 30 segundos a 5 minutos para crear una determinada impresión ante terceras personas. El impacto de la imagen personal juega, por lo tanto, un papel protagonista en este corto período de tiempo.
Si alguien pregunta qué se debe tener en cuenta para dar una buena imagen personal, es sencillo, la imagen personal tiene que ver, como ya mencionados anteriormente, con la forma de vestirse, la forma en que se utilizará, los gestos, el aspecto físico, la forma de hablar o expresarse, la higiene y el grado de cortesía que tengamos.
Nos preguntamos ¿Por qué cortesía? La cortesía es una suerte de protocolo que se pone en práctica en situaciones sociales y cotidianas. Por ejemplo: Si caminan una mujer y un hombre por la calle, la mujer debe ir por el lado de la pared y el hombre por el lado de la calle. Con esto, el hombre dará una buena imagen personal ante el público, ya que “protege” a la mujer yendo él del lado de afuera.
A su vez, podemos relacionar la imagen personal con el ceremonial. El ceremonial son reglas que hacen referencia a algún tipo de ceremonia que pueden estar escritas o no y puede ser para actos públicos o privados. El ceremonial nos hace conocer cómo se debe vestir uno según los códigos de vestimenta, utilizando siempre la imagen a su favor, incorporar a los usos y costumbres mayor información en el arte de invitar y de recibir, de comer y de actuar en los ámbitos privados.
No se puede dar una ceremonia sin su anfitrión, él/ella es la persona con máxima autoridad del país, de la institución o del evento y ocupa el mejor lugar en la mesa, es decir, el centro métrico, al menos que decida cederlo. El anfitrión siempre que organice cualquier tipo de encuentro, reunión o celebración deberá tener en cuenta ciertos aspectos básicos de cortesía, educación, hospitalidad, comportamiento, vestimenta e higiene, para hacer sentirse cómodos a sus invitados. Los anfitriones deben recibir a sus invitados, para saludarlos, invitarlos a pasar e incorporarlos a la reunión. También es correcto que hagan las correspondientes presentaciones entre los invitados que no se conocen, siempre que ello sea posible. Un buen anfitrión, aparte de ser buen organizador, tiene que saber cómo salir de situaciones embarazosas o incómodas. Debe saber crear un ambiente agradable para todos sus invitados. La buena comunicación entre el anfitrión y el invitado es muy importante.
Al mismo tiempo, los invitados o huéspedes, también deben tener en cuenta su imagen personal, en caso del atuendo todo va a depender del código de vestimenta que figure en la invitación (dress code), el tipo evento que se realice y el horario. Para entender un poco más, daremos unos ejemplos:
- Si el dress code es de gala, se debe vestir con vestido largo en el caso de las mujeres y smoking en el caso de hombres.
- Si el dress code es un cocktail, se deben vestir de corto las mujeres y con saco y corbato los hombres.
- Si el evento es en una casa, el anfitrión es quien determina cómo deben ir vestidos los invitados, ya sea elegante, sport o que todos deben llevar algún color en particular.
- En caso de que sea un evento nocturno, el hombre debe vestir de traje oscuro y zapatos negros.
- En caso de que sea un evento durante el día, el hombre puede utilizar un traje más claro y zapatos al tono.
- Entre otros.
Pero no sólo la vestimenta hace a la imagen personal, por ende, se deben tener en cuenta los modales. Los modales son aquellas acciones observables con las que una persona da a conocer su buena o mala educación.
Para concluir con este trabajo, les dejo una frase muy conocida “Como te ven te tratan, si te van mal, te maltratan”. Mirtha Legrand.