La ventilación industrial es un factor relevante, ya que sus distintas formas y utilidades aumentan el confort de quienes los habitan y dejan atrás posibles problemas de salud.
La Ventilación general es un término amplio que hace referencia al suministro o extracción de aire de una zona, ayuda a eliminar o reducir las condiciones ambientales indeseables, como exceso de calor, frío, humedad y concentración de contaminantes (partículas, gases, vapores y/o nieblas, o aerosoles, entre otras) que excedan los límites de seguridad. Según sus objetivos, pueden clasificarse de distintas formas; en las plantas industriales, se manejan dos tipos:
- Sistema de impulsión: utilizado para inyectar aire.
- Sistemas de extracción: encargados de eliminar los contaminantes generados por alguna operación con la finalidad de mantener un ambiente de trabajo saludable.
un sistema completo de ventilación debe incluir impulsion y extraccion, y puede tener tanto presión positiva, como negativa, según se requiera.
Sistema de extracción general
Son empleados para controlar el ambiente térmico o eliminar los contaminantes que son generados en un área, mediante el barrido de aire interno (con el llamado sistema de dilución).
Con respecto a área contaminadas, únicamente se usa dicho sistema cuando el contaminante está disperso en el ambiente de trabajo: Tiene como finalidad la renovación de todo el volumen de aire contaminado en un determinado tiempo. Esto suele realizarse instalando aparatos de extracción de aire en una cara del edificio y teniendo entradas de aire exterior en el muro opuesto. Para calcular la ventilación; es necesario conocer el volumen del local y el número de veces por hora que se requiere cambiar aire. Existen tablas de renovaciones o cambios por hora de locales de acuerdo con el proceso que se aplica; estos sistemas se subdividen en dos tipos.
Ventilación por dilución
Consiste en la dilución del aire contaminado en aire sin contaminar, con el objetivo de controlar riesgos para la salud, de incendio y explosión, olores y contaminantes molestos.
Este tipo de ventilación puede, además, incluir el control de contaminantes ambientales generados en el interior de los edificios cerrados. Dicha metodología es menos satisfactoria que la extracción localizada para controlar los riesgos de salud. Aunque en determinadas circunstancias es posible que proporcione el mismo nivel de proteccion a un costo menro, con la desventaja de que se contaminen las areas limpias.
Sistema de extraccion localizado
Estos sistemas se diseñan para captar y eliminar los contaminantes, previo a su expulsion al ambiente general del local de trabajo: Consta de campanas de captacion, tuberia de transporte, depurador, ventilador y, finalmente, de una chimenea con puerto de muestreo y plataforma.
La campana es el punto de entrada en el sistema de extraccion; ademas; el de mayor importancia. Su función esencial es crear un flujo de aire que capture eficazmente el contaminante.
Por inercia: los gases, vapores y líquidos no presentan una inercia significativa. Lo mismo ocurre con las pequeñas partículas de polvo de diámetro igual o inferior de 20 micras. Este tipo de materiales se mueve si lo hace el aire que los rodea. En este caso, la campana debe generar una velocidad de captura suficiente para controlar el movimiento del aire cargado de contaminante y, al mismo tiempo, vencer el efecto de las corrientes de aire producidas en el local por otras causas, como movimiento de personas, vehículos, ventanas o puertas.
Efectos de la densidad
Con frecuencia la ubicación de las campanas se decide erróneamente con base de la suposición de que el contaminante es más o menos pesado que el aire. En la mayor parte de las aplicaciones relacionadas con los riesgos para la salud, este criterio es de poco valor.
Las partículas de polvo, humos, vapores y gases que pueden representar un riesgo para la salud se comportan como si fueran aire, sin moverse apreciablemente hacia arriba o hacia abajo debido a su densidad propia, sino exclusivamente siguiendo las corrientes de aire.
El movimiento habitual del aire asegura una dispersión uniforme de los contaminantes, salvo en operaciones con gran desprendimiento de calor o frío, o cuando un contaminante es generado en gran cantidad y se logra controlando antes de que se disperse en otras áreas.