Buenos Aires guarda misterios y leyendas. Muchas tienen que ver con relatos de épocas pasadas, otras aún están vigentes y según dicen hasta han sido objeto de estudio.
En las próximas líneas leerán algunos de los relatos que han aterrorizado a muchos porteños. Las historias de fantasmas, de monstruos, de vampiros y de casas abandonadas son sin duda atrapantes. Comienzan difundiéndose a través del boca a boca, hasta que un día, los medios las masifican, las colocan en la consideración de la opinión pública y…
La Estación Fantasma (Av. Rivadavia 2300-Balvanera) Entre las estaciones Pasco y Alberti, de la línea A del subterráneo, existe una media estación abandonada. En las viejas formaciones de casi 100 años, siempre se apagaba la luz cuando se atravesaba por ese tramo. Algunos pasajeros decían ver los fantasmas de obreros trabajando en medio de la oscuridad.
Iglesia Santa Felicitas (Isabel La Católica, entre Pinzón y Brandsen – Barracas) Felicitas Guerrero, joven acaudalada; en 1872 fue asesinada por su pretendiente, su familia construyó la iglesia en su honor.
Según la leyenda, todos los 30 de enero, fecha del asesinato, por la noche, el espectro de Felicitas aparece entre las rejas de la iglesia y llora. Cuando el edificio fue restaurado por primera vez, el arquitecto notó que todos los ángeles tenían rota el ala derecha, el lado donde Felicitas recibió los dos disparos
El Fantasma de Evita en la Biblioteca Nacional (Agüero 2502-Palermo). Juan Domingo Perón y su esposa vivieron en el predio donde hoy funciona la Biblioteca Nacional. Evita murió allí. Muchos ahora aseguran que su fantasma ronda los pasillos.
En 1955, la vivienda fue demolida para construir a la Biblioteca. Los empleados aseguran que hay veces en que se escuchan pasos entre los corredores, mientras un delicado perfume femenino flota en el aire.
Teatro Maipo (Esmeralda 443-Centro). En éste emblemático teatro los fantasmas están institucionalizados…
Dice Norma Aleandro: “Este teatro tiene muy buenos fantasmas, Tiene dos en realidad: uno, se ahorcó, y el otro murió quemado en un camarín. Cáceres es el que pensamos que es el que más visita el escenario, nosotros lo hemos podido comprobar, hay funciones a las que viene. Yo te digo que son las que mejor salen”.
El laberinto. Existe en el barrio de Parque Chas una manzana delimitada por las calles Berna, Marsella, La Haya y Ginebra. No es posible dar la vuelta a esa manzana. Si alguien lo intenta, aparece en cualquier otro lugar del barrio.
Parque Chas es único en la geografía de barrios porteños ya que tiene un trazado elíptico y circular, dándole aspecto de laberinto.
Dicen que es un barrio fantasma, y que si uno va sin conocerlo, se pierde, y que al barrio le gusta capturar almas. Otra de las leyendas que lo recorren, es que hay un colectivo que se perdió hace muchísimos años y hoy en día pasea sin encontrar el rumbo. Las personas que pudieron verlo, dicen que todos los pasajeros y el chofer son espíritus, ya que nunca pudieron salir de esas calles laberínticas.
Los fantasmas de Tribunales (Talcahuano 550 – San Nicolás). Son varios, aparecen cuando quedan pocas personas, pero todos quienes trabajan en el edificio hablan de su existencia. Los más veteranos aseguran que son las almas de los muchos condenados que decidieron suicidarse en el lugar.
Al caer la noche, según aseguran los efectivos de la seguridad privada ocurren episodios inexplicables.
La Maldición de la Facultad de Ingeniería (Las Heras al 2200 – La Recoleta) Todo aquel que desea concluir el trabajo del Ingeniero Arturo Prins, quien se suicidó por errores de cálculo del antiguo edifico, hará recaer sobre él una maldición. Cuentan que por los años ´50 un estudiante a quien le faltaba pocas materias para recibirse, armó una tesis para poder continuar con la obra inconclusa de Prins. A partir de entonces no pudo aprobar ninguna materia y siempre sus cálculos eran errados. Finalmente dejó la carrera.
Muchos años después otro estudiante trató de realizar el mismo trabajo y le cayó la misma “maldición” no pudo recibirse por más esfuerzo que hizo.
¿Será Verdad?…, sin duda, quienes tuvieron la oportunidad de vivirlas, están convencidos que estas historias son reales.