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El Liderazgo

El liderazgo es una función esencial que depende fuertemente de la comunicación y de la motivación. El liderazgo, la comunicación y la motivación, utilizados de manera efectiva, permiten a un administrador obtener una participación activa y consciente en la consecución de los objetivos institucionales.

La responsabilidad del administrador es crear a través de la comunicación, de la motivación y del liderazgo, un ambiente propicio tal que otros lo encuentren satisfactorio y atractivo para desarrollarse. El liderazgo, la comunicación y la motivación son también esenciales para ayudar a que los demás acepten los cambios necesarios en la organización y, así mismo, para crear una atmósfera de trabajo estable y tranquilo.

Los líderes parecen compartir algunos, sino todos, de las siguientes características.

Dirección visionaria.  El primer ingrediente básico del liderazgo es la dirección visionaria. El líder tiene una clara idea de lo que quiere hacer -profesional y personalmente- y la fuerza para persistir a pesar de contratiempos y  fracasos. A menos que sepa hacia dónde se dirige y por qué, no podrá llegar a ningún lado.

Pasión.  El segundo ingrediente básico del liderazgo es la pasión – la pasión fundamental por las promesas de la vida, combinada con una particular pasión por una vocación, una profesión o un curso de acción. El líder ama lo que hace y ama el hacerlo.

Integridad.  El siguiente ingrediente básico del liderazgo es integridad. La cual está compuesta por tres elementos esenciales. Conocimiento de sí mismo, candor, madurez e integridad.

Conocerse a sí mismo: es la tarea más difícil que una persona se encuentra. El líder nunca se miente a sí mismo, especialmente sobre sí, sabe sus defectos así como sus cualidades, y trata con ellos directamente. Cada persona es su propia materia prima. Cuando sabe de qué consiste y qué quiere hacer con eso, entonces puede inventarse a sí mismo.

Candor: es la clave al conocimiento de sí mismo. El candor está basado en honestidad de pensamiento y acción, una constante devoción a los principios y una fundamental firmeza e integridad.

Madurez: es importante para un líder debido a que el liderazgo no es simplemente mostrar el camino o dar órdenes. Cada líder necesita haber adquirido experiencia y crecido a través del seguimiento, aprender a ser dedicado, observador, capaz de trabajar con los demás y aprender de ellos, nunca servil, siempre veraz. Habiendo localizado estas cualidades en sí mismo, puede fomentarlas en otros.

La integridad: es la base de la confianza, la cual no es tanto un ingrediente de liderazgo como es producto. Es la cualidad que no se puede adquirir sino se debe ganar. Es dada por los compañeros y seguidores, y sin ella, el líder no tiene aceptación en el grupo.

Muchos otras características tienen los líderes: coraje (fuerza interior), moral (valor para aceptar la responsabilidad), físico (valor para enfrentar los retos), potencia del intelecto (juicio razonado para la toma de decisiones), captación a primera vista (capacidad de reconocer una situación rápidamente), determinación (capacidad de mantener una decisión una vez adoptada).

En resumen, cada una de las personas tienen la capacidad de desarrollar el liderazgo, lo importante está en encontrar la motivación que le guie para ello.