Los comienzos de turismo social en la Argentina tal como lo conocemos hoy se remontan a la época del Gral. Juan Domingo Perón, años en que se reconoció y valoró el trabajo de los obreros asalariados del país como nunca antes.
Hasta ese entonces, el concepto de turismo no estaba entendido ni definido como hoy en día. En esos momentos, había sólo un sector que gozaba de la posibilidad de realizar viajes, y se trataba del sector alto de la sociedad. Solo los señores importantes de la clase alta con sus familias podían darse el “lujo” de un viaje. Y en aquella época no era tan usual viajar al extranjero a vacacionar. Más bien, la costumbre era vacacionar dentro del país, y los lugares predilectos eran Mar del Plata, Cataratas y otros.
Con el paso de los años, y con la llegada del fordismo y la modalidad de jornadas laborales de 8 horas, los empleadores comenzaron a entender que los trabajadores necesitaban descansar y que, a su vez, esto repercutiría favorablemente en su desempeño en el trabajo. Fue así que durante el gobierno del Gral. Perón, entre los años 1943 y 1955, se dio un gran impulso al turismo con diferentes acciones, entre ellas fomentado la creación de colonias de vacaciones para los trabajadores asalariados.
Las primeras colonias, o complejos turísticos, fueron instalados en Mar del Plata, para luego llegar a la provincia de Córdoba y otros lugares. Desde el gobierno, se instaba a la gente a trasladarse por unos días a la costa con sus familias, y de a poco éstos lugares se convirtieron en los centros vacacionales por excelencia en la Argentina. Dejaron de ser privativos para el sector adinerado de la sociedad, para ser lugares de descanso populares, accesibles para todos. Estos primeros centros de descanso y recreación sentarían las bases para los años siguientes, en los que habría un enorme desarrollo de la industria del turismo en el país y en toda Latinoamérica.
Este desarrollo del turismo trajo aparejado el surgimiento de miles de puestos de trabajo, ya que comenzó a tomar cada vez más impulso la industria hotelera, que se volvía más y más necesaria para los viajantes, y tuvo gran auge también la industria gastronómica, la cual se vio altamente favorecida por los turistas que acudían a los restaurantes y casas de comida luego de una jornada de sol en la playa o de una caminata por las sierras.
Durante estos años, se entendió un nuevo concepto de “descanso” hasta entonces ignorado. Fue para esa época que los derechos de los trabajadores comenzaron a tener validez y a ser reconocidos y respetados. Y a su vez esta etapa sentó las bases de una industria que seguiría creciendo a pasos agigantados en los años subsiguientes.