Palmira: estado de situación del Patrimonio Mundial
Autor: Pereyra Carla
2° año T. S. en Turismo
(Patrimonios de EAAyO)
Siria es el país que mejor representa la destrucción de sus centros turísticos por la amenaza terrorista del radicalismo islámico. El conjunto histórico de Palmira, Patrimonio de la Humanidad, situado a tres kilómetros de la ciudad de Tadmur, era uno de los más visitados por los turistas antes de que estallara la guerra en marzo de 2011. Aparecía en las guías de viajes como uno de los lugares exóticos o de gran interés patrimonial y como un destino imprescindible que visitar una vez en la vida.
En mayo de 2015 Palmira cayó en manos del autodenominado Estado Islámico, o Daesh, grupo declarado terrorista por la ONU y proscrito en numerosos países; pero el 27 de marzo de 2016 el Ejército Sirio y el grupo Halcones del Desierto recuperaron el control de esta ciudad situada en la provincia de Homs, volviendo a estar libre de terrorismo.
Pero los integristas del ISIS, que formaron un Califato luego de tomar gran parte de los territorios de Siria e Irak, fueron destruyendo mucho de los sitios arqueológicos que encontraron y los tomaron como escenario de actos propagandísticos, ya que consideran que se trata de “símbolos de idolatría pagana”, algo contrario a las enseñanzas del Corán. Los milicianos yihadistas del Califato, que tomaron ese oasis del desierto, se filmaron cuando colocaban explosivos en el recinto histórico greco-romano de la ciudad y también registraron el momento en que los hicieron detonar.
Palmira, la perla del desierto, cuyo nombre contemporáneo es Tadmor (la ciudad de los dátiles), se desarrolló como un emporio en las rutas de caravanas en el siglo II bajo el mandato del emperador Adriano. Cien años después se declaró independiente de Roma y se estableció como Estado desde Egipto hasta Persia tras una revuelta encabezada por la reina Zenobia, que fue finalmente derrotada y hecha prisionera por el emperador Aureliano.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con sede en París, Francia, destacó que pese a la destrucción de varios edificios emblemáticos de la Histórica Ciudad, aún se conserva gran parte de su «integridad y autenticidad».
La UNESCO envió expertos a Siria para analizar la situación actual del Patrimonio, los cuales estuvieron dos días trabajando en la zona. La Organización, mediante un comunicado, informó que se constataron daños considerables en el Museo, por lo que dieron inicio a los trabajos de documentación e identificación de los fragmentos.
«Los sarcófagos y las estatuas que eran demasiado grandes y pesadas para poder ser trasladadas a un lugar seguro antes de la llegada de los extremistas, están destrozadas, sus cabezas cortadas, y los fragmentos de muchas de ellas esparcidos por el suelo», precisó la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova.
Otras de las estructuras que sufrieron los ataques del autodenominado Estado Islámico fueron el Ágora, el Arco del Triunfo y el Templo de Baal Shamin.
La UNESCO afirma que el proceso de recuperación de esa ciudad y las antigüedades atacadas por los terroristas requieren de cinco años de trabajo ininterrumpido en cooperación con organismos internacionales.
«Palmira es un pilar de la identidad de Siria y contribuye a la dignidad de todos los sirios. La Unesco está decidida a garantizar la salvaguardia de este y otros lugares junto con todos sus socios, como parte de las operaciones humanitarias y de consolidación de la paz», manifestó la directora general de la Organización, que además anunció las “medidas urgentes de salvaguarda que implementarán”.
A su paso no solo destruyeron antiguos templos, los yihadistas también se cobraron la vida de miles de civiles, entre ellos se encuentra Jaled Asad, de 82 años, quien durante medio siglo fue director del recinto arqueológico de Palmira, tras haberlo mantenido bajo detención durante más de un mes y someterlo a interrogatorios fue decapitado. También fue asesinada a manos de milicianos menores de edad una tropa del ejército sirio, ambas aberrantes situaciones fueron filmadas y subidas a Internet por el grupo terrorista.
Además de Palmira, con sus cientos de columnas, tumbas, sus decenas de templos y estatuas, otras numerosas ruinas antiguas de grandes civilizaciones convirtieron en el pasado a Siria en un importante destino turístico, que atraían a más de 150.000 turistas, hasta 2011. De momento, las curiosas cámaras no podrán seguir retratando las ruinas romanas de Apamea, el castillo Qalaat al-Hosn, los zocos de Alepo, las calles de Damasco, las ciudades bizantinas abandonadas conocidas como Ciudades Muertas o el teatro romano de Bosra ya que ninguna zona del país está a salvo de posibles brotes de violencia, combates, bombardeos, ataques terroristas o secuestros indiscriminados.
Mientras tanto, sus ciudadanos luchan por huir del terror y, según el último informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados sirios ya supera los cuatro millones…