En los últimos años se ha registrado una enorme cantidad de accidentes de trabajo en el rubro de la construcción. Esto se puede observar en los datos arrojados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). Esta actividad tiene un alto riesgo de muerte, y esto se debe a las peligrosas condiciones de trabajo en altura, el gran peso de los materiales que se manejan, y hasta químicos, que muchas veces los obreros no están bien capacitados para su adecuada manipulación, o no cuentan con los elementos correspondientes de seguridad.
Como resultado de diversos controles e inspecciones realizados a lo largo del país, se ha constatado que las principales causas de accidentes se deben a un inadecuado microclima laboral, carencia de mano de obra estable y calificada, indiferencia de las empresas y los gremios, permanente improvisación, y la ignorancia sobre la prevención.
Aunque la Constitución Argentina incluye una ley que trata exclusivamente el tema, la Ley de Seguridad e Higiene, la mayoría de las empresas no la cumple. Los principales objetivos de dicha ley consisten en “proteger la vida, preservar y mantener la integridad psicofísica de los trabajadores”, “prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos”, y “desarrollar una actitud positiva respecto de la prevención de los accidentes”. Pero para poder lograr esos objetivos las constructoras deben cumplir con las obligaciones que en la ley se mencionan, como por ejemplo, contar con un servicio de higiene, seguridad y medicina laboral, contar con un seguro por accidentes, y, previo a comenzar una obra, deben presentar un Programa de Seguridad ante la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART). Tampoco se debe dejar de lado, que además de las obligaciones detalladas, las empresas tienen que cumplir con otras responsabilidades ante sus operarios, entre ellas la de capacitar al personal, proveer de la indumentaria y accesorios correspondientes (camisa, pantalón, botines, cascos, guantes, gafas, arneses), colocar barandas de protección en todos los sectores de riesgo de caídas, y mantener el orden y la limpieza sobre todo en escaleras y zonas de mucha circulación del personal.
Una innumerable cantidad de reclamos en cuestiones relacionadas a la seguridad e higiene han sido denunciados por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) ante el Gobierno Nacional. Por su parte, el gremio también promueve tareas de prevención y llevan a adelante relevamientos de las condiciones laborales a lo largo de todo el país. Esta es una de las maneras que encuentra la agrupación para colaborar a reducir los accidentes, se organizan simulacros, se colocan afiches preventivos en las obras, y se brindan diferentes capacitaciones a los operarios.
Entre las diferentes denuncias llevadas a cabo por la UOCRA hubo un caso ocurrido recientemente muy conocido en Villa Crespo, en cual una medianera se derrumbó sobre tres operarios dejando a uno de ellos sin vida, y a los dos restantes con graves lesiones. La asociación obrera había presentado la denuncia correspondiente 4 meses antes a que esto sucediera solicitando la inspección de seguridad. Por otro lado, el Gobierno afirma que en aquella obra los controles habían sido realizados y que no registraban denuncias. Algo interesante que se puede observar de este caso es que ninguna de las partes se hace cargo de sus responsabilidades, y que, como de costumbre, son los empleados quienes pagan, algunos hasta con su propia vida, los errores que cometen los empleadores y las instituciones gubernamentales que deben cumplir con las tareas de control y prevención para las cuales fueron creados.
Como ciudadanos también tenemos herramientas que nos permiten colaborar a reducir accidentes. Por ejemplo, desde el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puso a disposición de cualquier ciudadano un mapa de la ciudad en su sitio web en donde figuran las ubicaciones de las diferentes obras en construcción en las cuales se ha realizado recientemente la inspección correspondiente. Además, allí mismo se incorporó una opción en donde al seleccionar una obra cualquiera se puede visualizar información de cada inspección, como por ejemplo, la fecha en que se efectuó y la cantidad de inspecciones que se han hecho en aquel lugar. Ésta es una de las herramientas que tienen los ciudadanos a su alcance para estar al tanto de que los controles sean realizados, pero otra vía de acción es la de denunciar aquellas condiciones que parezcan demasiado riesgosas, o la falta de permisos correspondientes para llevar a cabo la construcción, ante la institución que corresponda de acuerdo al lugar en el que nos encontremos y al tipo de obra que se quiere denunciar.
Es de gran importancia que la sociedad actúe en conjunto, junto con las distintas instituciones responsables para poder reducir la cantidad de irregularidades y negligencias cometidas por la falta de control, y como consecuencia, poder disminuir el nivel de accidentes ocurridos en el rubro económico de la construcción.