Este trato hacia el personal calificado impacta de manera negativa en la forma de trabajo, conlleva un sentimiento de frustración y abuso sin dejar de mencionar la baja estima.
Uno de los referentes y líderes del mundo, el actual presidente de los Estados Unidos de Norte América, destacó en un discurso dado recientemente aquellos peligros económicos y políticos de la creciente desigualdad de ingresos. No tardaron los opositores en destacar que sólo dará lugar a más desempleo, especialmente entre los trabajadores poco calificados; no obstante ciertas investigaciones de economistas de dicho país afirman que esto no es así ya que, si bien el aumento implica un mayor costo para la empresa, estos se ven compensados con la disminución de la rotación laboral y la mejora de productividad que se refleja en el mejor servicio que la permanencia laboral agrega. En contra posición, la rotación laboral produce mal servicio, baja la calidad de lo que se ofrece y esto es mejorable si el profesional se estabiliza con su puesto de trabajo, valorado e incentivado desde lo remunerativo. Esta buena calidad de servicio ofrecido por las ortopedias, cuyo sello final comercial es el servicio del técnico quien implanta junto al médico su producto, brinda la calidad deseada y fideliza al cliente (médico traumatólogo) y con esto la empresa recupera el aumento de los costos.
Con respecto a la baja estima en el profesional, autores e investigadores del tema como Yagosesky R autor de “Autoestima” destaca que la valoración negativa de una persona produce ansiedad en la toma de decisiones, opuesto a quienes se valoran de manera positiva ya que se encuentran consientes de los errores de los fracasos pero no le temen a la frustración que esto pueda ocasionar dado que su confianza lo lleva al conocimiento pleno de sus puntos débiles y puede corregirlos, superar sus obstáculos y progresar auto brindándose autogestión sin temor al equívoco llevándolo a todos sus planos de vida. Por ello es que valorando con buenos sueldos, la empresa le otorga al profesional un plus de mejor desempeño, de mejora continua, beneficiando las utilidades de la empresa. Pero al parecer la ausencia de sindicalización reduce la capacidad de presión sobre el sector. Esto permite visualizar que sin un organismo de control, aquel ideal de planear, organizar, continuar y dirigir un programa integral que considere al profesional como un factor de mejora en su rentabilidad, esta problemática persistirá en los técnicos paramédicos que a su vez se encuentran atravesando estrés laboral por un contexto económico nacional y laboral en relación “ortopedia-ortopedista” y aquel propio de la actividad.
La valoración remunerativa del profesional de la salud se ve claramente estancada y sin posibilidad de mejora, debido a las negociaciones de la actual gestión de la nación Argentina, quien adhiere al tratado transpacífico, el cual requiere como requisito fundamental, mano de obra calificada barata.