La Argentina y Uruguay están terminando un convenio para facilitar la importación recíproca de carne vacuna.
Ambos países habían avanzado recientemente en un entendimiento para permitir el ingreso de hacienda en pie desde Uruguay. Fue en el marco de la suba de precios de la carne a principios de año. La última vez que ingresó hacienda para faena y consumo interno desde el vecino país fue en 1998, hace 18 años.
En tanto, hasta el 31 de agosto pasado, el Senasa certificó importaciones de Uruguay por 5114 toneladas, entre cueros, pieles, y carne. Del volumen total, solo 201 toneladas fueron de carne comestible, la mayoría asados que se venden en la zona del litoral argentino.
Apuran un acuerdo de importación recíproca
Ahora, como hay un interés de frigoríficos uruguayos de aumentar las ventas a la Argentina y, en paralelo, de empresas argentinas que quieren exportar al vecino país, los servicios sanitarios están ultimando los detalles de un protocolo para que el comercio de carne pueda tener una mayor escala.
“Las importaciones anteriores eran poco significativas para el consumo de carne de ambos países. Pero ahora hay pedidos de frigoríficos de ambos lados para venderle al otro país mayores cantidades”, dijo a La Nación una fuente del Senasa, que agregó: “Para esto hay que acordar un protocolo en el que el Senasa va a visitar los establecimientos uruguayos que nos vendan y lo mismo van hacer ellos con los frigoríficos argentinos”.
Según la fuente oficial, el protocolo está “por la mitad” y terminaría de cerrarse esta semana la parte faltante, que incluye que la Argentina también pueda exportar carne a Uruguay.
“El protocolo permitiría a ambos países que acuerden las condiciones sanitarias para venderse carne mutuamente”, señaló la fuente.
